¿A qué huelen las bacterias? A vainilla, canela, romero, fresa… ¿Y de qué color son? Amarillas, verdes, azules… brillantes o fluorescentes.
¿Parece ciencia ficción? Para quien no tenga conocimientos sobre biología sintética, quizá, pero por poco tiempo. Porque gracias a Printeria, cualquier persona podrá dotar de nuevas características a las bacterias, sin conocimientos previos y de una manera sencilla y segura.
Con Printeria, todos podemos ser biotecnólogos. Esto es lo que pretende el equipo Valencia UPV IGEM, que está diseñando este innovador dispositivo con el que participará en iGEM 2018, el certamen de biología sintética que organiza el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y que tendrá lugar en Boston, el 25 de octubre de 2018.
Con este proyecto, el equipo Valencia UPV iGEM, coordinados por el profesor Alberto Conejero, de la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Informàtica y d’Enginyeria Agronómica (ETSInf y EAMN); Diego Orzáez, investigador del CSIC y Jesús Picó, profesor del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Control, pretende acercar la biología sintética a la sociedad para que deje de ser algo ajeno y poder normalizarla.
Aunque, de momento, Printeria solo ofrecerá aplicaciones sencillas, permitirá que cualquier persona interesada en programar sus propias bacterias, pueda hacerlo de una manera segura y sencilla.
Y aunque el equipo espera dotar al dispositivo de más aplicaciones en el futuro, este primer prototipo está dirigido a tres sectores.
Por un lado, los laboratorios de investigación, ya que Printeria automatiza el proceso de transformación bacteriana, es decir, el proceso mediante el cual insertas ADN en la bacteria para darle una nueva característica que antes no tenía. “Con esta máquina, se ahorra tiempo, que en investigación es oro”, comentan.
En segundo lugar, Printeria quiere introducir la biología sintética en los institutos de una manera sencilla y práctica. El equipo explica que “los profesores la pueden utilizar para mostrar de manera práctica algunos temas que se estén estudiando en clase como, por ejemplo, sobre el ADN (como, por ejemplo, el comportamiento del ADN en los seres vivos). Además, en el Instituto no se habla de biología sintética y cuando llegas a la universidad, el primer año tienes que aprenderlo todo de golpe”.
Así pues, lo que se pretende es facilitar que la ciencia llegue a los colegios y que se vea como algo cercano y cotidiano a lo que todos, en alguna medida, podemos acceder.
En tercer lugar, el sector estrella al que se dirige este proyecto, es el bioarte. Como nos explican, ya hay artistas que crean obras utilizando organismos como las bacterias fluorescentes. Hasta ahora, tenían que hacerlo junto con un biotecnólogo, pero con Printeria, los artistas que quieran hacer este tipo de arte, podrán hacerlo ellos solos. De esta manera, Printeria rompe la barrera entre la ciencia y el arte y permite su total coexistencia sin necesidad de conocimientos sobre esta materia.
En este sentido, otra aplicación práctica de Printeria sería el mundo de la moda, donde ya se está utilizando las bacterias para teñir telas. Con las bacterias se consiguen resultados innovadores que permiten destacar de la competencia. Con Printeria se pueden lograr diseños innovadores sin la necesidad de un gran laboratorio.
Con todo ello, el objetivo final de este proyecto es, como nos explican los miembros del equipo, “acercar la biología sintética a la sociedad y acabar con el estigma de que las bacterias son nocivas. Estamos rodeados de bacterias, las tenemos en nuestro interior y hacen una función en nuestro organismo. Por eso, nos interesa mucho que la gente entienda que las bacterias son necesarias y útiles”.
Un equipo multidisciplinar
El equipo Valencia UPV iGEM está formado por los estudiantes de biotecnología en la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Agronòmica i del Medi Natural (EAMN), Alberto Coronado, Adrián Requena y Carolina Ropero; los estudiantes del grado en Ingeniería Biomédica en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (ETSII), Carlos Andreu y Roger Monfort; los estudiantes del grado en Ingeniería Informática en la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Informàtica (ETSInf), Héctor Izquierdo y Blanca Madorrán; el estudiante de Ingeniería Electrónica en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño (ETSID), Marc Martínez; la estudiante del máster en Ingeniería Industrial en la ETSII, Tzvetelina Ilieva (Betty); y el estudiante de Diseño y Tecnologías Creativas en la Facultad de Bellas Artes, Joan Casado.
Por el momento, se encuentran en fase de pruebas de cada parte de la máquina por separado y a finales de agosto ya tendrán el prototipo montado.
El proceso de modificación de las bacterias en Printeria estará automatizado, de manera que no haya lugar para el error. También cuenta con una zona de crecimiento de las bacterias y sensores que te avisan de que lo estás haciendo bien, ya que está máquina va a ser utilizada por personas que no tendrán conocimientos de biotecnología, pero aun así, el éxito de sus creaciones está asegurado.
Y con este prototipo, el equipo viajará a Boston para convencerles de que la ciencia está al alcance de todos. Como valor diferencial frente a otros proyectos, nos cuentan que Printeria reúne en un mismo dispositivo el software, el hardware y la parte de laboratorio. “Este sería nuestra baza en el certamen, ya que los grupos suelen llevar separadas estas partes y nosotros vamos a presentar un producto ya que integra esas tres partes. Laboratorio, software y hardware están en el mismo dispositivo. Esta es la potencia de nuestro dispositivo”, aseguran.
Quizá, gracias a ellos, en el futuro todos tengamos en casa nuestra Printeria para elaborar nuestros cuadros, nuestros propios medicamentos o alimentos.
Ya se sabe que la realidad siempre supera a la ficción, así que no les perdamos de vista.
De momento, en octubre, llevarán su proyecto a Boston.
Les deseamos mucha suerte.