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El Doble Máster MUIA+MUCIA forma profesionales de futuro en el sector de la alimentación

Mª Dolores Ortolá, directora académica del MUCIA.

El sector de la alimentación y bebidas es el primer sector industrial de España. El    Doble Máster Universitario en Ingeniería Agronómica + Ciencia e Ingeniería de los Alimentos que ofrece la Escuela, forma alumnos con un perfil profesional muy completo y de gran futuro.

La directora académica del MUCIA, Mª Dolores Ortolá, nos explica las ventajas de cursar este doble máster que forma profesionales capaces de responder a los grandes retos del sector de la alimentación como la innovación en procesos y productos.

-¿Por qué se ha puesto en marcha este doble máster?

Según el último informe de la FIAB (2018), la industria de alimentación y bebidas constituye una pieza clave en la economía española, siendo el primer sector industrial del país. En 2018, la industria de alimentación y bebidas ha mantenido la tendencia de crecimiento en ámbitos como el empleo o la creación de empresas y, al mismo tiempo, ha consolidado su peso tanto en el mercado interno, como en su proyección exterior.

En este sentido, y para mantener estas cuotas de mercado, es importante la formación de profesionales altamente cualificados que sean capaces de dirigir y potenciar un sector industrial relevante en la economía mundial. Por otra parte, este sector podrá mantener y ampliar sus expectativas si cuenta con excelentes investigadores en el área de alimentos capaces de ampliar la oferta en los mercados sin obviar aspectos tan importantes como la seguridad, inocuidad y calidad de los alimentos.

Por todo, esto consideramos de gran interés para los titulados en Ingeniería Agronómica de la Especialización en Industrias Alimentarias este doble máster, pues podrán completar su formación en el área de la Ingeniería de Alimentos, profundizando en áreas más específicas relacionadas con los procesos alimentarios, orientando, a su vez, sus expectativas hacia el ámbito del trabajo en empresas del sector o bien, hacia la investigación.

-¿Cuál es su objetivo?

El objetivo de este doble máster es formar a especialistas que sean capaces de optimizar e innovar procesos y productos, así como de gestionar subproductos y residuos de la industria alimentaria, de asesorar científica y tecnológicamente a la industria alimentaria y a las industrias afines, así como a los consumidores, y de dirigir, en todos sus ámbitos, una industria alimentaria. En su otra vertiente, este doble máster introducirá al alumno en el campo de la investigación en el ámbito alimentario, como vía de acceso a estudios de doctorado.

-¿Qué competencias adquirirán los estudiantes que lo cursen?

El Máster Universitario en Ingeniería Agronómica (MUIA) habilita para ejercer la profesión de Ingeniero Agrónomo, mientras que el Máster Universitario en Ciencia e Ingeniería de Alimentos (MUCIA) capacitará al egresado para: (a) abordar trabajos de mejora e innovación tecnológica en el marco de los procesos de transformación y conservación de alimentos así como de desarrollo de productos agroalimentarios, incorporando criterios medioambientales para una producción más limpia, (b) aplicar metodologías avanzadas de mejora de procesos y de diseño de nuevos productos, (c) conocer componentes e ingredientes de los alimentos y sus propiedades funcionales, tanto tecnológicas como biológicas, para su aplicación al desarrollo e innovación de procesos y productos alimentarios, (d) contribuir eficazmente, en el marco de un equipo multidisciplinar, al desarrollo de nuevos procesos y productos alimentarios y a la evaluación de la viabilidad de su desarrollo, fabricación, comercialización y mantenimiento en el mercado.

 

-¿Cómo se va a llevar a cabo?

El 1er curso (60 ECTS) del doble máster coincide exactamente con el primer curso del MUIA.

En el 2º curso se cursarán las 4 asignaturas de la Materia de Especialización en Industrias Agroalimentarias del MUIA (24 ECTS), así como 8 asignaturas del MUCIA de 2,5 ECTS cada una, las prácticas curriculares (8 ECTS) y los TFM de ambas titulaciones (12+12 ECTS).

Tanto los horarios como la planificación del curso se han diseñado de manera que el alumno pueda realizar todas las actividades previstas en dos cursos, y no en los tres y medio que supondría cursar ambos títulos de forma independiente.

-¿Qué ventajas tiene cursar un doble máster?

El doble título permite adquirir las competencias de ambos másteres a través de una trayectoria académica integrada. Todo ello con un coste temporal y económico inferior al que representa la obtención de ambos másteres de manera individualizada.

Así, cursados de forma independiente, el alumno debería completar un total de 162 ECTS (102 del MUIA y 60 del MUCIA). De este modo, cursa un total de 136 ECTS. La programación de los cursos permite obtener la doble titulación en dos años, en lugar de los tres años y medio que serían necesarios en caso de cursar ambos másteres de manera independiente.

 

-¿Cuántas plazas se van a ofertar? ¿Qué demanda se espera? (Si no es nuevo, contar la trayectoria y la demanda que tiene)

Las solicitudes se baremarán junto con las recibidas para cursar el MUCIA. Se admitirán hasta un máximo de 5 plazas para el próximo curso.

 

-¿Qué salidas profesionales tendrán los egresados? (Si no es nuevo, se puede hablar de alguna profesión de actualidad a la que se acceda desde esta titulación, siempre pensando en motivas al posible alumno para que lo vea a tractivo y se matricule)

Las salidas profesionales serán todas las propias de la titulación de Ingeniero Agrónomo con especial atención a todo lo relacionado con el proceso productivo en la cadena agroalimentaria: sector agropecuario, industria agroalimentaria, sector de la distribución y consumidor final. La complementariedad con el Máster Universitario en Ciencia e Ingeniería de alimentos abre el campo profesional de los egresados, que serán capaces de, además de estar al frente de industrias agroalimentarias, responder a retos importantes en el sector como la innovación en procesos y productos. Por otra parte, el MUCIA habilita para el acceso a estudios de doctorado en el campo de alimentos, y por tanto, ofrece la vía a la carrera investigadora.

-¿Es este doble máster una titulación de futuro?

Tal como se ha comentado previamente, el sector agroalimentario es un sector de enorme importancia en nuestro país, y en este sentido la combinación de la Ingeniería Agronómica con una especialización en un área de vital importancia como es la mejora e innovación en procesos y productos agroalimentarios, permitirá a los alumnos adquirir un perfil profesional muy completo y de gran futuro. Los retos a los que se enfrenta continuamente este sector tan dinámico (cambios socioeconómicos, necesidad de adaptar la actividad a una economía circular y al uso eficiente de recursos, la cada mayor exigencia del consumidor, la digitalización, …) ponen de manifiesto la necesidad de un perfil profesional con esta formación integrada.

 

 

El Doble Máster MUIA + MUGSCA forma profesionales para gestionar eficazmente la seguridad y la calidad alimentaria

Eugenia Martín Esparza, directora académica del MUGSCA.

El Doble Máster Universitario en Ingeniería Agronómica + Gestión de la Seguridad y Calidad Alimentaria   que ofrece la Escuela, forma profesionales altamente cualificados para gestionar eficazmente la seguridad y la calidad alimentaria. 

La directora académica del máster, Eugenia Martín Esparza, nos habla de las ventajas de cursar esta doble titulación de futuro, teniendo en cuenta que la industria de alimentación y bebidas en España es la que más contribuye al PIB nacional.

-¿Por qué se ha puesto en marcha este doble máster?

En España, la industria de alimentación y bebidas es la primera rama manufacturera del sector industrial, siendo el que más contribuye al Producto Interior Bruto (PIB).

El sistema alimentario incluye todas las actividades implicadas en la producción de las materias primas, en el procesado de las mismas para su transformación y conservación de los alimentos, así como en la distribución y venta final a los consumidores. En toda la cadena es de vital importancia asegurar la inocuidad.

Para ello, es importante tener un pleno conocimiento de los peligros y los retos a los que se enfrenta desde el punto de vista de la higiene alimentaria, las alternativas a la desinfección y al diseño higiénico de instalaciones, una correcta gestión de la seguridad alimentaria en la industria, la tecnología existente y de futuro al servicio de la alimentación para lograr la seguridad y la sostenibilidad en las explotaciones agropecuarias, el procesado y la conservación de alimentos.

Y sin olvidar que todo ello forma parte de la dirección y gestión de la industria agroalimentaria. Por todo esto, consideramos de gran interés para los titulados en Ingeniería Agronómica de la Especialización en Industrias Alimentarias este doble máster, pues podrá completar la formación en este campo con contenidos más específicos relacionados con la seguridad y calidad alimentaria.

-¿Cuál es su objetivo?

El objetivo de este doble máster es lograr una formación integral en sistemas de producción agroalimentaria que permitan gestionar eficazmente la seguridad y la calidad alimentaria en todos los eslabones de la cadena, permitiendo así producir alimentos seguros, de alta calidad, en procesos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.

-¿Qué competencias adquirirán los estudiantes que lo cursen?

El Máster Universitario en Ingeniería Agronómica (MUIA) habilita para ejercer la profesión de Ingeniero Agrónomo, mientras que el Máster Universitario en Gestión de la Seguridad y Calidad Alimentaria (MUGSCA) está orientado a la adquisición de las capacidades necesarias para la dirección y la gestión de la industria agroalimentaria, no solo desde el punto de vista de los aspectos económicos y financieros, sino también desde los relacionados con la calidad y la seguridad de los procesos productivos y de los alimentos.

-¿Cómo se lleva a cabo?

El 1er curso (60 ECTS) del doble máster coincide exactamente con el primer curso del MUIA. En el 2º curso, se cursarán las cuatro asignaturas de la Materia de Especialización en Industrias Agroalimentarias del MUIA (24 ECTS), así como ocho asignaturas del MUGSCA de 2,5 ECTS cada una, las prácticas curriculares y los TFM.

Tanto los horarios como la planificación del curso se han diseñado de manera que el alumno pueda realizar todas las actividades previstas en dos cursos, y no en los tres y medio que supondría cursar ambos títulos de forma independiente.

-¿Qué ventajas tiene cursar un doble máster?

El doble título permite adquirir las competencias de ambos másteres a través de una trayectoria académica integrada. Todo ello, con un coste temporal y económico inferior al que representa la obtención de ambos másteres de manera individualizada.

De este modo, un estudiante del MUIA, en lugar de cursar los 102 ECTS del MUIA y los 60 ECTS del MUGSCA, cursa un total de 143,5 ECTS. La programación de los cursos permite obtener la doble titulación en dos años, en lugar de los tres años y medio que serían necesarios en caso de cursar ambos másteres de manera independiente.

-¿Cuántas plazas se van a ofertar? ¿Qué demanda se espera? 

Las solicitudes se baremarán junto con las recibidas para cursar el MUGSCA. Se admitirán hasta un máximo de 5 plazas para el próximo curso.

-¿Qué salidas profesionales tendrán los egresados? 

Las salidas profesionales serán todas las propias de la titulación de Ingeniero Agrónomo con especial atención a todo lo relacionado con el proceso productivo en la cadena agroalimentaria: sector agropecuario, industria agroalimentaria, sector de la distribución y consumidor final. La gestión de la seguridad, de la calidad y de los recursos humanos en la empresa agroalimentaria constituirá una especialización adicional que les permitirá incorporarse en departamentos de calidad de las empresas del sector.

-¿Es este doble máster una titulación de futuro?

Tal como se ha comentado previamente, el sector agroalimentario es un sector de enorme importancia en nuestro país, y en este sentido la combinación de la Ingeniería Agronómica con una especialización en un área de vital importancia como es la gestión de la seguridad y la calidad alimentaria, permitirá a los alumnos adquirir un perfil profesional muy completo y de gran futuro. Los retos a los que se enfrenta continuamente este sector tan dinámico (cambios socioeconómicos, necesidad de adaptar la actividad a una economía circular y al uso eficiente de recursos, la cada mayor exigencia del consumidor, la digitalización…) ponen de manifiesto la necesidad de un perfil profesional con esta formación integrada.

 

 

 

 

El conjunto de la cadena agroalimentaria ha demostrado su compromiso con la sociedad

A estas alturas, ya sabemos que el sector agroalimentario español a grandes rasgos y de una forma muy simplificada, cuenta con la cadena agroalimentaria española, integrada por cuatro eslabones principales como son la producción, la transformación, la comercialización y la distribución, con el consumidor final como principal objetivo de cuantos componen la cadena.

El IESE publicó un informe sobre la cadena agroalimentaria en 2012 en el que indicaba que la industria agroalimentaria española mantiene una posición destacada en el ámbito europeo, y genera mayores márgenes que la propia distribución minorista. Ésta, por su parte, presenta un grado de concentración muy bajo en la distribución de productos frescos y uno sensiblemente mayor en la distribución de productos envasados.

 

Así, los cinco mayores distribuidores de productos frescos representan poco más de una cuarta parte del mercado, mientras que los cinco mayores distribuidores de productos envasados concentran casi el sesenta por ciento de las ventas. Con todo, no se detectan, en ninguno de estos dos casos, prácticas restrictivas de la competencia en la distribución que, por el contrario, actúa como estabilizadora de los precios finales, al absorber una parte significativa de las variaciones experimentadas en los eslabones anteriores, tal como hemos visto.

También indicaba que la distribución minorista española ha registrado un intenso proceso de modernización y los consumidores compran cada vez más en supermercados, hipermercados y otras formas de autoservicio, mientras que el número de tiendas tradicionales ha disminuido. Puede afirmarse que este proceso de cambio ha permitido incrementar la capacidad de elección de los consumidores y ajustar mejor la oferta a las preferencias y necesidades de los demandantes. Además, la modernización de la distribución ha hecho posible la creación de puestos de trabajo de mayor calidad, tanto en la propia distribución como en los eslabones anteriores de la cadena, a la vez que ha abierto nuevas vías para la exportación agroalimentaria española, según el IESE.

Además, afirma que las marcas del distribuidor han mejorado la oferta y los precios de muchos productos y han fidelizado a muchos clientes. Si bien es verdad que el auge de las marcas del distribuidor ha supuesto un nuevo reto competitivo y de cuota de mercado para algunos fabricantes con marca comercial, también es cierto que para muchos otros fabricantes las marcas del distribuidor se han convertido en un nuevo e importante cliente con pedidos previsibles y cuantiosos, que les han permitido planificar mejor la producción y operar con mayor rentabilidad y ciencia. Sin las marcas del distribuidor, muchos de estos fabricantes habrían tenido serias dificultades de acceso a los mercados, concluye dicho análisis.

Según el último informe de la prensa especializada en el sector agroalimentario, alimarket.es, de fecha mucho más reciente, 18 de mayo de 2020,  “la MDD gana cuota, aunque las marcas también crecen a doble dígito” (Alimarket Noticias de Alimentación Sector Alimentación y Bebidas 18/05/2020), como se puede ver en la gráfica adjunta.

Fuente: IRI España

Según esta misma fuente, “el mercado de gran consumo creció en la semana finalizada el pasado 10 de mayo un 16% frente al mismo periodo del año anterior” y “el dato también fue positivo (8,5%) respecto a la semana anterior de 2019, según los datos de IRI España.” Podéis encontrar este artículo en su página web www.alimarket.es.

La semana pasada estuve en una tele formación sobre el sector agroalimentario frente al COVID19 en las que D. Igancio Zaldua Gorostiaga, socio fundador de Sie7Corp y Nutricionista experimentado indicaba que “el sistema agroalimentario europeo ha estado bajo una presión sin precedentes durante la pandemia del COVID-19, pero el sector agroalimentario también hemos demostrado ser un sector resiliente.  No obstante, hay una gran necesidad de productos y servicios que hagan frente a esta crisis”, o lo que es lo mismo que existe una gran oportunidad para aquellos que sepan adelantarse y adaptarse a esta nueva “normalidad”.

Así mismo, el presidente de FEDACOVA, D. Federico Félix, en su artículo de opinión publicado en Levante EMV del 12 de marzo de 2020 indicaba que “de la experiencia española, se desprende que las actividades que han seguido funcionando sin interrupción, por ser consideradas esenciales para la subsistencia de la sociedad, como el sector de la agroalimentación y el de la distribución, que conozco muy bien como empresario y presidente del mismo, y que han permitido que los hogares de España estuvieran bien abastecidos, constituye un ejemplo de cómo, con responsabilidad y profesionalidad, sin parar la actividad y adoptando las imprescindibles medidas de seguridad, se ha evitado el contagio masivo en las empresas y ha permitido su normal funcionamiento.”

Félix añade que “al contrario que otros sectores considerados no esenciales, la mayor parte de la actividad productiva y distributiva del sector agroalimentario no se está resintiendo porque seguimos al pie del cañón, trabajando por España y por los españoles.” A pesar de lo cual hay empresas cuyas actividades están más conectadas al turismo y sobre todo aquellas empresas que tienen al sector Horeca entre sus principales clientes, cuyo sector ha experimentado un cierre total de su actividad durante este estado de alarma, y el sector de la pesca, en la que es más difícil guardar las distancias, se ven hoy especialmente afectadas. Federico insiste en que “la industria agroalimentaria, desde nuestros agricultores, ganaderos y pescadores, hasta las estanterías de los puntos de venta, es central siempre, pero más aún en este momento. No sólo porque constituye el vehículo de abastecimiento de una sociedad que está en un porcentaje elevado recluida, sino también por ser una de las pocas actividades que siguen manteniendo, y en algunos casos incrementando, el empleo. Y este compromiso doble con la sociedad lo está llevando a cabo con todas sus fuerzas y entusiasmo, guardando las más estrictas reglas de seguridad, tanto del personal como alimentaria.”

Para finalmente concluir en que “nadie piense que esto es por casualidad, ni que el sector está haciendo el agosto con esta crisis, como se dice vulgarmente. Los empresarios sabemos que ante una situación crítica como la que vivimos en estos momentos sólo hay una opción: o se afronta la misma, reinventándose, siendo creativo y, sobre todo, tomando decisiones, o se desaparece. Y es lo que el conjunto de la cadena agroalimentaria ha hecho: reforzar sus medidas de seguridad y salud, incrementar el empleo, invertir y formar a sus equipos para asegurar su perfecto funcionamiento. Pero ante todo está el enorme compromiso que empresarios, autónomos y trabajadores del sector han asumido con la sociedad, lo que quiero agradecer como Presidente de la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana.

Los sectores de la agroalimentación y el de la distribución, han demostrado que, con responsabilidad y adaptando todas las medidas necesarias de prevención e higiene ante el Covid-19, un sistema de colaboración público-privada, hubiera asegurado el normal funcionamiento de la mayor parte de actividades profesionales y empresariales, tal y como se ha podido constatar con la cadena agroalimentaria, desde el sector primario hasta el comercio y la distribución, pasando como no puede ser de otra manera, por la industria transformadora, gran eslabón de esta industria considerada esencial.

 

Sergio Barona

Secretario General de la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana (FEDACOVA)

Zorba López: «Hay muchas oportunidades para ingenieros agrónomos fuera de nuestras fronteras»

Zorba López es egresado de la Escuela. En la actualidad, desempeña su labor profesional en Abu Dhabi, en  el departamento de Estudios de “Abu Dhabi Transmission and Despatch Company (TRANSCO)”,  la compañía pública de transmisión de aguas. En su anterior  trabajo, tuvo la oportunidad de  asesorar en la construcción de la mayor desaladora del mundo. Pero López no podría haber accedido a estos trabajos sin la acreditación ABET.

Hemos hablado con él y nos ha contado cómo fueron sus inicios como ingeniero en el extranjero, su trayectoria profesional  y su situación actual. López anima a los estudiantes a salir a trabajar al extranjero y asegura que «el futuro requiere de ingenieros agrónomos más que nunca».

Zorba, ¿Cuál es tu titulación?

Estudié el grado de Ingeniero Agrónomo, en la especialidad de Ingeniería Rural, y me gradué en 1997. No existía la actual estructura de grado + máster, así que empezabas directamente el máster que duraba 6 años lectivos. Recuerdo esos años como unos de los mejores de mi vida. Hice muchos amigos, aprendí mucho en la Escuela de Agrónomos, y disfruté mucho la vida que ofrece Valencia.

También recuerdo la alta exigencia académica en la UPV. No era extraño ver convocatorias en las que el 80 o el 90% de los alumnos suspendían. No era por la falta de capacidad de los alumnos, sino por la alta exigencia de algunos departamentos; algunos exámenes finales duraban hasta 10 horas.

Una vez terminaste los estudios, ¿qué hiciste? ¿Saliste al extranjero a trabajar?

Al acabar los estudios empecé a trabajar como delegado de obra para una pequeña empresa de jardinería, compaginando el trabajo con la prestación social sustitutoria del servicio militar. Al poco tiempo conseguí trabajo en el departamento de proyectos de IRRIMON, fabricante de material de riego y contratista de obras de regadío. Como la empresa tenía una importante presencia internacional tuve la oportunidad de trabajar en varios proyectos en el extranjero, principalmente en Turquía y México.

Por cuestiones de trabajo tenía que pasar bastante tiempo en los países donde se desarrollaban los proyectos, estancias que duraban semanas o incluso meses. Fue una gran experiencia, compartiendo vivencias con compañeros de otros países y haciendo amistades que a día de hoy siguen vivas. Creo que los amigos hechos es una de las cosas que más valoro. Hace poco comentaba entre risas con otros expatriados que, gracias a esas amistades, puedo tener una comida caliente y un lugar dónde dormir en 4 continentes distintos.

¿Con qué obstáculos te encontraste para ejercer como ingeniero?

A nivel de relación profesional no me he encontrado con ningún problema derivado de ser Ingeniero Agrónomo. Por el tipo de trabajo que desarrollo suelo relacionarme con muchos ingenieros civiles (ingenieros de caminos), ingenieros mecánicos o eléctricos, y nunca ha habido objeciones al hecho de que soy Ingeniero Agrónomo.

El principal problema con el que me he encontrado es el justificar el nivel de Máster en el extranjero, debido a que el grado que cursé no se corresponde con exactitud a la actual estructura de grado + máster. Es difícil de explicar a las autoridades que están acostumbradas a los sistemas de grado americanos o británicos. A la hora de justificar el Máster tuve que presentar el expediente académico (para mostrar los 6 años de carrera) e incluso una tabla que me dieron en la universidad donde se muestra la equivalencia entre créditos y las asignaturas cursadas, y así demostrar los 450 créditos necesarios. Incluso consulté con la Escuela la posibilidad de convalidar el título pre-Bolonia con las nuevas titulaciones, pero como la primera promoción no había salido no era posible.

¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?

Como he comentado antes, estuve trabajando 9 años en IRRIMON haciendo principalmente proyectos de regadíos, y ayudando en el desarrollo de productos para riego. En 2007 empecé a percibir que las posibilidades de desarrollo personal se agotaban y cambié de empresa. Estuve 6 meses como director técnico en TECVASA y finalmente, junto con otros compañeros agrónomos, fundamos nuestra propia ingeniería, CONENG. Llevar tu propio negocio fue una gran experiencia y nos dio la oportunidad de explorar otros campos, como las energías renovables, sistemas de vialidad invernal, instalaciones para edificios, etc.

A partir del 2010 la cosa se torció por la crisis. La situación para ingenieros de proyectos como nosotros era prácticamente insostenible. Los pocos proyectos que salían al mercado eran de escasa entidad y la competencia era feroz, tirando los precios a la baja de forma que no podíamos cubrir costes. Decidí buscar oportunidades en el extranjero. Durante varios meses estuve investigando el mercado laboral de distintos países, hasta que finalmente di con una oferta que se ajustaba a mi perfil, en Abu Dhabi con HYDER CONSULTING, una ingeniería británica con gran presencia en Oriente Medio. Así que el día de año nuevo de 2013 me planté en el Golfo, y aquí sigo casi 6 años después con algunas canas más.

¿En qué te ayudó la acreditación ABET?

A la hora de buscar trabajo en el extranjero el tener título pre-Bolonia suponía un problema a la hora de acreditar la formación. En mi caso pesa más la experiencia previa que el título, pero existía el riesgo de no pasar la preselección de candidatos. En la escuela me comentaron que tenían la acreditación ABET, correspondiente al plan de estudios anterior, y se especificaba claramente que se correspondía con Máster. Remarqué la acreditación ABET en el currículum y no hubo problemas, pasando a la ronda de entrevistas.

¿Sirve esta acreditación para quien quiera trabajar en España?

ABET te garantiza unos estándares de calidad en la formación, y está internacionalmente reconocido como entidad acreditadora, especialmente en los Estados Unidos, Reino Unido y toda su área de influencia, que incluye Asia-Pacífico, Oriente Medio y Australia. Estos son algunos de los mercados más dinámicos del mundo y te da la oportunidad de ser considerado para trabajar allí. Teniendo en cuenta que la mayoría de las empresas de construcción españolas tienen casi un 80% de su negocio en contratos en el extranjero, incluyendo los países que he mencionado, creo que la acreditación es un valor a tener en cuenta, incluso si estás trabajando desde España.

¿Recomiendas a los estudiantes salir a trabajar o realizar prácticas al extranjero?

Supongo que eso depende del carácter de cada uno. Los ingenieros de mi generación son, en general, más reacios a trabajar en el extranjero; la calidad de vida en España es muy alta. Las nuevas generaciones me parecen más partidarios de salir a trabajar al extranjero.

Personalmente, recomiendo el trabajar en el extranjero. Según mi experiencia, lo mejor ha sido la calidad humana de la gente con la que he tenido oportunidad de trabajar. También tienes la oportunidad de viajar, ver mundo y experimentar por ti mismo otras costumbres. Otro aspecto es la oportunidad de acceder a retos de mayor envergadura que los que puedas encontrar en España; tener un trabajo acorde con tus expectativas es algo muy positivo.

¿Qué diferencias hay en el ámbito profesional entre España y los países donde tú has trabajado?

Depende del país y la empresa. En relación al ámbito empresarial en empresas británicas, que es en el que me muevo, me sorprendió la facilidad con que los ingenieros rechazan encargos. Aquí si no te sientes con confianza simplemente dices que no estás capacitado y no pasa nada. El no aceptar nuevos retos por falta de conocimiento o experiencia limita mucho tus posibilidades de desarrollo. Mi “mentalidad española” me dice que por lo menos lo intente. Esto me ha dado la oportunidad de desarrollar mis conocimientos, e incrementar mi prestigio en la empresa y con los clientes, lo cual se ha tenido en cuenta a la hora de conservar el trabajo en épocas de crisis.

Por otra parte, las relaciones con los compañeros y clientes hay que tratarlas con cuidado. Los españoles solemos ser muy directos, y en determinadas culturas esto no se acepta fácilmente; están acostumbrados a un trato más formal. Por ejemplo, un socio mexicano nos comentó que los españoles tenemos un hablar “muy duro”, en referencia a la facilidad con que decimos “no”. Ellos están acostumbrados a ser más sutiles; en lugar de decir “no” te dirían “ya veremos”.

¿Qué valoran las empresas extranjeras de los ingenieros españoles?

Como he comentado antes, nuestra capacidad de resolver problemas, aunque no estemos familiarizados con ellos; somos más creativos. También somos más flexibles que los ingenieros de otras nacionalidades, y nuestra formación teórica suele ser mejor que en la mayoría de los países, teniendo una visión más amplia de la ingeniería comparado con la alta especialización de otros sistemas educativos. Por otra parte, nuestro carácter extrovertido se aprecia mucho a la hora de tratar con los compañeros y los clientes.

¿Qué aconsejas a los estudiantes que quieran ejercer en el extranjero?

En lo profesional, identificar los mercados donde hay mayores oportunidades para tu perfil. Un buen perfil de LinkedIn en inglés con recomendaciones es de gran ayuda. Para recién graduados recomiendo los “Graduate Programs”. Las ingenierías internacionales tienen programas especiales donde contratan recién graduados por un periodo de unos 3 años, con un plan de desarrollo profesional. Esto te permite familiarizarte con la empresa, elegir el campo que te interesa, trabajar en grandes proyectos y demostrar tus capacidades. Después del periodo de formación los graduados suelen seguir en la empresa, o por lo menos tener un currículum muy completo.

En lo personal aconsejo tener un buen dominio del idioma local y mentalidad abierta. Hasta que te familiarices con las costumbres locales lo mejor es tener un trato “exquisito” con la gente y no tomarse excesivas confianzas. Asume que no vas a encontrar mucho de lo que tienes en España, pero puedes disfrutar de otras cosas nuevas. Finalmente, no te aísles relacionándote sólo con españoles, amplia tu círculo de amistades incluyendo a gente del país.

Tú también cuentas con la acreditación profesional Chartered Engineer en Reino Unido. ¿Para qué sirve? ¿La recomiendas a los estudiantes?

Chartered Engineer (CEng) es una certificación por competencias que otorgan los colegios profesionales en el Reino Unido. Te certifican que tienes experiencia demostrada en diferentes aspectos relacionados con la profesión: conocimientos, aplicación práctica, gestión, liderazgo, independencia, responsabilidad, aptitudes comerciales, seguridad e higiene, desarrollo sostenible, habilidades sociales y compromiso profesional. Es una certificación muy reconocida internacionalmente, como lo es Professional Engineer en Estados unidos. La certificación te da la oportunidad de acceder a puestos de mayor responsabilidad, y mejor remunerados. En el Reino Unido, y otros países de su ámbito de influencia, la certificación CEng es obligatoria para algunos puestos.

Como es una certificación que requiere de bastante experiencia previa no es directamente accesible a los estudiantes. Sin embargo, dentro de los “Graduate Programs” que he comentado, se incluye la tutela y guía para desarrollar la experiencia requerida, y así obtener la certificación.

En España existe la certificación de Ingeniero Profesional otorgada por AIPE ( http://www.ingenierosprofesionales.com/ ). Creo que es una gran iniciativa, pero debería trabajarse más en el reconocimiento mutuo de certificaciones, que actualmente es limitado. CEng está más reconocido internacionalmente. Por esa razón me certifiqué en el Reino unido.

¿Cuál es tu trabajo hoy en día?

Me acabo de incorporar al Departamento de Estudios de “Abu Dhabi Transmission and Despatch Company (TRANSCO)”,  la compañía pública de transmisión de aguas. Anteriormente  trabajaba para WS ATKINS como “Principal Water Engineer” para Oriente Medio. Era responsable de los aspectos técnicos relacionados con aguas potables, riego y tratamientos de aguas. El trabajo era principalmente  planificación y diseño de sistemas hidráulicos.

Recientemente también he estado asesorando a una gran constructora española en el diseño de las tuberías de conexión y los tanques de almacenamiento para la expansión de la desaladora de Taweelah, aquí en Abu Dhabi. Taweelah es la mayor desaladora del mundo, con casi 1 millón de m3 de producción diaria, que se va a ampliar a casi 2 millones, y un presupuesto de más de 1,000 millones de euros. Ha sido un proyecto muy interesante; no se tiene la oportunidad de participar en un proyecto de esa envergadura todos los días. Además, me ha dado la oportunidad de trabajar “a la española” con ingenieros españoles; he disfrutado mucho.

¿Qué otros grandes proyectos has realizado?

Mi primer proyecto aquí fue el plan director de riego para el término municipal de Abu Dhabi. El municipio de Abu Dhabi tiene la superficie de la provincia de Valencia y la red de riego es enorme; más de 10.000 km de tuberías y casi 150 estaciones de bombeo. Fue un proyecto muy exigente por su envergadura y las luchas políticas entre distintas agencias del gobierno.

Otro proyecto fue el diseño básico de la infraestructura de agua para Dubai Creek Harbour. Dubai Creek Harbour es un desarrollo que pretende ser el nuevo centro de Dubai, con capacidad para medio millón de habitantes, el mayor centro comercial del mundo y una torre diseñada por Calatrava de más de 1km de altura.

Actualmente estoy involucrado en distintos proyectos, principalmente asesorando a las compañías públicas de agua de Arabia Saudita en sus procesos de optimización y privatización de la gestión del agua. Nos han adjudicado la evaluación técnica de la red de agua en alta, que lleva el agua de las desaladoras a las ciudades, y el diseño de las interconexiones entre la red de alta y las redes de distribución de todo el país.

¿Qué es lo mejor y lo peor de tu experiencia en Abu Dhabi?

Lo mejor ha sido la gente; en los Emiratos Árabes Unidos la mayor parte de la población son expatriados y al final son como tu familia. Es la gente en la que te apoyas para cualquier gestión y siempre hay alguien dispuesto ayudarte.

Lo peor ha sido el no tener a tu familia y amigos de toda la vida contigo. También el clima extremadamente cálido y húmedo 6 meses al año, lo cual te obliga a no pisar la calle más allá de lo estrictamente necesario, y el no poderte comer una buena paella, el jamón lo paso por la valija diplomática.

¿Volverás a España?

¡Puedes apostar la vida! Sí, espero volver en unos pocos años. Yo soy de Calpe y se añora la “Terreta”. Aquí el trabajo está bien remunerado, pero no hay plan de pensiones ni nada por el estilo. Lo que consigas ahorrar es lo que te llevarás. En cuanto considere que los ahorros son suficientes volveré a España a practicar la ingeniería de forma más relajada.

Un consejo para los estudiantes que están ahora mismo en esta titulación.

Hay muchas oportunidades para ingenieros agrónomos fuera de nuestras fronteras. Actualmente hay grandes proyectos agronómicos en África y Sudamérica. La FAO ya ha avisado de que en un par de décadas puede haber problemas para alimentar la población mundial. Hacen falta especialistas en agricultura y medio ambiente que sean capaces de afrontar los retos que vienen; gestión eficiente y sostenible del agua, la energía y la producción de alimentos. El futuro requiere de ingenieros agrónomos más que nunca.

Elena Cebrián: “El ingeniero agronómo gestiona realidades, de ahí su contribución a la sociedad”

Inauguramos el Blog de la EAMN con una entrevistada de lujo. Elena Cebrián, consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, y egresada de esta Escuela, nos habla de lo que ha supuesto para esta ingeniero agrónomo asumir tanta responsabilidad. Y asegura que la Comunitat Valenciana necesita profesionales de este sector.

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