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Equipo Lilbub: «La innovación en la alimentación siempre va a estar presente»

El equipo Lilbub, formado por las alumnas  de nuestra Escuela, Carla Altuna, Gema Aragón, Lucía García de Ángela, Vega Mora y Miriam Serna,  ha sido seleccionado por  la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) para participar en la final de los Premios Ecotrophelia España 2020.

Lilbub participará con su propuesta  Bokaras, un snack elaborado a base de la pulpa restante tras la elaboración de la bebida de cacahuete, con dos variedades distintas, una dulce y otra salada, en un envase listo para abrir y consumir.

Este año, debido al confinamiento por la crisis del coronavirus, Ecotrophelia España tiene previsto celebrarse en septiembre.

Hemos hablado con Gema Aragón que, en representación de Lilbub, nos ha contado cómo están llevando el confinamiento y cómo se están preparando para la final.

-¿En qué fase del proyecto estabais cuando se decretó el confinamiento?

Estábamos acabando de dar los últimos retoques al informe técnico, ya que una semana después de que se decretara el estado de alarma teníamos que entregarlo. Por suerte, la semana anterior a que se decretase el confinamiento pudimos hacer bastantes pruebas como para tener la formulación casi acabada. Gracias a esto, todo fue más sencillo. Una vez se decretó el estado de alarma, hicimos más pruebas en casa, ya cada una por separado y le dimos los últimos retoques.

Sabíamos que nunca un camino está lleno de rosas y que nos encontraríamos obstáculos por el camino pero desde luego, no nos esperábamos bajo ningún concepto algo de esta magnitud. Durante meses habíamos estado preparando el proyecto con mucho entusiasmo y esto fue un golpe duro, pero nada nos hará perder el entusiasmo y este obstáculo solo hará que tanto el proyecto como nosotras acabemos esta aventura más fuertes que nunca.

-¿Cómo os habéis adaptado a la nueva situación?

Al principio, la situación nos dejó algo desconcertadas, pero, poco a poco, nos fuimos adaptando a ella.

Utilizamos plataformas de internet, tenemos todos los documentos compartidos y también utilizamos plataformas de videoconferencia. Además, tenemos las tareas repartidas entre nosotras para que todo sea más sencillo.

 

-Ecotrophelia España ha tenido que trasladarse a septiembre. Hasta que llegue ese momento, ¿qué trabajo os queda por realizar para llegar al certamen bien preparadas?

Durante la selección de los finalistas, el jurado de expertos  estuvo en contacto con nosotras dándonos muchísimos consejos para poder mejorar algunos aspectos del informe. La verdad es que todos estos consejos nos van a venir genial para poder mejorar algunos aspectos de nuestro proyecto y estar muy bien preparadas para la final.

-Habéis sido seleccionadas para la final de entre 300 equipos de toda España. ¿Creéis que habéis diseñado un producto ganador?

No sabemos si será un producto ganador, pero, desde luego, para nosotras ya lo es. Estamos súper contentas por el trabajo realizado por parte de todas y por cómo nos hemos complementado. Nuestro objetivo principal es aprender y enriquecernos de esta nueva experiencia. Pero, clarísimamente, ojalá podamos ganar.

-¿Cuál es la mayor innovación de vuestro producto?

Nuestro producto se trata de un snack saludable y a su vez energético, con un elevado aporte nutricional, que está elaborado a partir de la pulpa restante tras la elaboración de la bebida de cacahuete. El uso de esta materia prima es el aspecto más innovador de nuestro producto, reduciendo así su desperdicio y ayudando al crecimiento del mercado tradicional. A su vez, tenemos la intención de introducir la bebida de cacahuete en el mercado, ya que en España, a diferencia de otros países, no se comercializa.

-¿Cuál es la importancia de la innovación en alimentación en la sociedad en la que vivimos?

Hoy en día, estando todos conectados continuamente, es muy fácil dar a conocer tus ideas al resto del mundo, y con un poco de suerte, crear tendencias alimentarias. Aunque se diga que el terreno culinario ya está extensamente explorado y ya se ha inventado todo lo posible, no es cierto del todo. Siempre van a surgir nuevos estilos de comida.

Antes se veía más fast food, ahora se lleva más preparar boles estéticos con ingredientes de colores vistosos; a otros les da por apoyar platos tradicionales, de los de toda la vida; y por otro lado, cada vez hay más investigación acerca de química y tecnología aplicadas a los alimentos; los hay que quieren iniciarse en el mundo de la cocina y se compran kits para preparar recetas fáciles, mientras que otros publican contenido sobre cómo hacer tartas con toda una retahíla de instrumentos de cocina que solo unos pocos tendrán en casa; hay quien se alimenta en función a su deporte, y a quien le cuesta encontrar comidas saludables y apetecibles.

La innovación en la alimentación siempre va a estar presente, de una forma u otra. La sociedad busca continuamente novedades que se adapten a cada uno de nosotros, y es por ello que no dejarán de existir platos, modas, restaurantes, recetas y productos por descubrir.

-¿Cuál es el mayor aprendizaje que os lleváis de esta situación?

Además de todo lo aprendido sobre la realización de informes técnicos, económicos e incluso del proceso de ideación, la lección más importante vino con la noticia del aplazamiento de la competición a septiembre.

Tras la situación que, desgraciadamente, a todos nos ha tocado vivir, nuestras vidas se vieron paralizadas por completo y con ellas todo aquello que teníamos entre manos. Es cierto que nunca antes ninguna de nosotras se había entregado tanto a un proyecto, por ello no habíamos podido experimentar lo que es sentir que cualquier cosa puede venirse abajo de un momento a otro.

En cualquier instante puedes perder todo en lo que has estado trabajando durante meses. Al principio, la incertidumbre de la situación nos agobió pero enseguida aprendimos que, si te propones algo que te entusiasma, siempre vas a encontrar la manera de sacarlo adelante, sin importar la circunstancia. Eso es algo que nosotras hemos aprendido con Bokaras.

Anna Zoe Hagenauer: «Tengo la posibilidad de lograr mucho en mis estudios universitarios en este período»

Anna Zoe Hagenauer es austriaca y estudiante Erasmus de nuestra Escuela. Debido a la crisis del coronavirus, tuvo que volver a Viena, pero no ha dejado de cursar sus estudios. Aunque desea volver a Valencia en cuanto sea posible, Anna está aprovechando al máximo esta nueva situación.

Hemos hablado con Anna y nos ha contado que siempre ha vivido en Viena, donde también estudia en la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida (BOKU Wien). Tras obtener el título de Grado en Gestión del Medio Ambiente, ahora  estudia el Máster de Economía Agrícola y Nutricional.

Al ver que su tiempo universitario acabaría pronto, quiso aprovechar la oferta de Erasmus pasar pasar un semestre en el extranjero, en la maravillosa ciudad de Valencia. Desafortunadamente, por la situación actual de la crisis de coronavirus , ha tenido que regresar a Viena.

Ahora sigue tanto con sus asignaturas elegidas de la Escuela como con asignaturas de la universidad de Viena.

Anna, ¿cómo te has adaptado a esta nueva situación de las clases online?

Me he adaptado bastante rápido, aunque con un poco de confusión al inicio. Pero ahora ya estoy siguiendo con mis asignaturas de la Escuela y de la Universidad de Viena de manera online y la verdad es que lo paso bastante bien.

¿Qué ha sido lo más difícil? 

Extraño mucho la presencia de otros alumnos y de los profesores y la presencia de debates más profundos. En la enseñanza presencial, me gusta mucho participar activamente y preguntar lo que no entiendo. En la nueva situación de docencia online no pregunto tanto y me falta la dinámica que existe en una clase física cuando se pueden ver las caras y el lenguaje corporal de los otros.

En general, además, me da mucha pena que mi semestre en Valencia se acabó de una manera tan abrupta. Pero tengo decidido regresar a esta ciudad maravillosa cuando la situación se calme porque quiero hacer al menos algunas de las actividades que tenía planificadas y que no pude realizar.

¿Tiene ventajas esta forma de docencia?

Hay muchos aspectos que facilitan los estudios para mí ahora. Tengo la posibilidad de lograr mucho en mis estudios universitarios en este período.

Como mi habitación en el piso compartido en lo cual yo vivo normalmente en Viena sigue subalquilada, estoy temporalmente viviendo sola en un pequeño piso. Eso era una situación nueva al principio, pero ya me he acostumbrado. La tranquilidad de vivir sola me permite un nivel de concentración en la casa que antes nunca tuve (normalmente prefiero estudiar en bibliotecas de la universidad). Por eso, estoy ahora haciendo no solo asignaturas de la Escuela, sino también asignaturas de mi universidad de Viena que estaba posponiendo desde años.

¿Crees que la universidad se ha adaptado de una manera rápida y eficaz a esta situación inesperada que estamos viviendo?

¡Si! La UPV y también la BOKU (mi universidad de Viena) se han adaptado muy rápido y eficazmente. Los sistemas de videoconferencias se han establecido bien.

¿Qué aprendizaje te llevas de esta situación?

Para mi, el aprendizaje más grande de esta situación tan particular de la crisis de corona es que realmente hay que vivir el momento, ¡porque de verdad no se puede saber lo que pasará mañana! Estoy intentando apreciar todo lo bonito que tengo en mi vida de la manera mejor.

Porque tampoco creo que esta crisis es la más grave que vamos a vivir. Con la crisis climática nos esperan todavía muchos retos.

Enrique Peiró: «Me he sentido apoyado tanto por mis tutores como por los miembros del tribunal»

Enrique Peiró, estudiante de la Escuela,  ha presentado online su TFM (Trabajo Fin de Máster) del Máster en Ingeniería Agronómica, debido a la situación de confinamiento en que nos encontramos.  Enrique se ha sentido apoyado en todo momento y recomienda no parar ante esta situación y seguir con los estudios para crecer en el sector agroalimentario.

 

 

Hemos hablado con él y nos ha contado su experiencia.

  • Enrique, ¿en qué ha consistido tu TFM?

Primero, muchas gracias por contactar conmigo y hacer llegar mi feedback. Yendo a tu pregunta, mi Trabajo Final de Máster ha consistido en un proyecto agronómico, concretamente, una transformación en regadío de una explotación de granados. El proyecto ha partido con la idea de documentar parte del trabajo que he realizado como trabajador en una empresa productora de granadas. He intentado que sea lo más completo posible, abarcando bastantes partes como cultivo, riego, cabezal de riego, construcción de nave, instalación eléctrica, generación fotovoltaica de autoconsumo y he finalizado con un estudio de viabilidad económica. ¡Parece largo y costoso, pero con la ayuda de mis tutores (Alberto San Bautista y Juan Manzano) ha sido todo más fácil!

  • Has tenido que presentarlo online debido a la situación de confinamiento. ¿Cuál ha sido tu experiencia?

Realmente, muy buena. En todo momento me he sentido apoyado tanto por mis tutores como por los miembros del tribunal. Desde toda la programación de la defensa en el paquete informático hasta la propia presentación han estado bien coordinadas, sin ningún contratiempo y siempre respaldado mediante correo electrónico.

En mi caso concreto, me ha sido bastante sencillo, ya que estoy acostumbrado a trabajar así con mis compañeros (o mejor dicho, amigos) de la carrera. Muchas veces “quedábamos” en los trabajos grupales por plataformas similares en los momentos donde desplazarnos nos llevaría un valioso tiempo.

  • ¿Qué ventajas e inconvenientes crees que tiene este sistema?

Las dos ventajas principales creo que son: puedes llegar a ahorrar mucho tiempo y otra que puedes estar donde quieras (aunque ahora difícil…). Este evento nos ha demostrado que es necesario digitalizar muchas de las cosas que hacíamos presenciales y apalancarnos en los paquetes informáticos. Obviamente, sin eliminar completamente la parte presencial (tutorías, seminarios, prácticas, etc).

Los inconvenientes principales que encuentro quizá sean a la hora de mejorar “expresión corporal”, que no se puede ver reflejada correctamente y poder disponer de un equipo y conexión a internet aceptables.

  • ¿La defensa de tu TFM ha sido la misma que si hubieras podido hacerlo presencial?

Obviamente, no son iguales, en mi caso, al menos. Los nervios de estar de forma presencial exponiendo un trabajo que has hecho durante meses no es igual física que digitalmente. Aunque en la práctica, las exigencias son las mismas (basados en rúbrica), por lo que, no afecta en la nota final los dos tipos de defensas.

  • ¿Cuáles son ahora tus planes de futuro?

Formarme como profesional y crecer dentro del sector agroalimentario. El proyecto lo he realizado en parte como trabajador a tiempo completo dedicando las horas fuera del trabajo, así como realizando diferentes cursos extras para mi formación, por lo que, intentaré continuar en ese camino. Además, el lado bueno de nuestra carrera es que nos da los conocimientos y competencias para poder ejercer la profesión en un sector no cíclico… El campo y la alimentación nunca paran.

 

  • Manda un mensaje de ánimo para todas las personas que se encuentren en tu misma situación.

Primero, por la situación en la que estamos, que estén tranquilos. También, que se protejan al máximo (evitar exponerse -salir de casa solo en casos imprescindibles- y disminuir la carga viral lo máximo posible) y, por último, seguir las recomendaciones de los profesionales de la salud. Respondiendo a tu pregunta, que… ¡Sin duda, lo presenten! No va a haber problemas, es todo el proceso intuitivo y siempre van a tener ayuda si la necesitan, es innecesario aplazarlo a otro curso.

 

Andrea Coll: «Me siento afortunada de pertenecer a una generación que se ha sabido adaptar rápido a los cambios»

Andrea Coll, estudiante de la Escuela, ha presentado online su TFG  (Trabajo Fin de Grado) del Grado de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, debido a la situación de confinamiento en que nos encontramos. Aunque en un principio, se sintió abrumada por el cambio, ahora se alegra y se siente afortunada de pertenecer a una generación que se ha sabido adaptar a los cambios de manera rápida.  Hemos hablado con ella y nos ha contado su experiencia.

-Andrea, ¿en qué ha consistido tu TFG?
Mi TFG ha consistido en un Plan de Internacionalización para una empresa distribuidora de lotes alimentarios. Esta idea surgió tras un periodo de prácticas extracurriculares, al observar la problemática que conlleva la estacionalidad laboral. Por ello, con esta propuesta de Plan de Internacionalización, se pretende paliar dicha situación.

-Has tenido que presentar tu TFG online debido a la situación de confinamiento. ¿Cuál ha sido tu experiencia?
Así ha sido. La defensa de mi TFG se realizó mediante la plataforma Microsoft Teams, que facilita la UPV.
Debo admitir que en un primer momento, el hecho de no poderte reunir personalmente con el tutor y tener que solucionar las dudas únicamente por vídeo llamada y correo, me asustó. Quieras o no, la elaboración del TFG se ralentiza.
Sin embargo, quiero destacar cómo la actitud del tutor lo puede cambiar todo. En mi caso, mi tutor, Gabriel García, se armó de paciencia y empatía y me ayudó en todo momento, fuera el día de la semana que fuera y contestando mis correos a los pocos minutos. Así, en momentos de ofuscación e impotencia, al no poder solucionar las dudas tan fácilmente como en una reunión en la situación posterior al COVID-19, la empatía y ayuda del tutor es fundamental. Yo he tenido mucha suerte en esto, y creo que es indispensable para que en esta situación tan delicada el alumno pueda elaborar un buen TFG y no se desmoralice.
Por lo que se refiere a la defensa, días antes, mi tutor y yo practicamos cómo utilizar Teams, cómo subir la presentación, que funcionara el micro, etc. Por lo que el día de la defensa, personalmente, yo estaba bastante tranquila. Estaba en el comedor de mi casa y simplemente tenía que dar un último empujón para recitar la presentación que había preparado durante esa semana. No obstante, debo destacar que mi TFG, al no tener aspectos prácticos como otros TFG
y no tener que acudir al laboratorio, ha sido enormemente más fácil continuarlo desde casa.

-¿Qué ventajas e inconvenientes crees que tiene este sistema?
Pues, igual que he dicho que la elaboración del TFG se puede ver perjudicada por falta de contacto con el tutor para la resolución de dudas, también digo que la defensa telemática, a mí, por lo menos, me benefició.

-¿La defensa de tu TFG ha sido la misma que si hubieras podido hacerlo presencial? ¿Cuáles son ahora tus planes de futuro?
Sinceramente, no sé muy bien cómo hubiera sido la defensa presencial de mi TFG. Tal vez más dinámica, debido a la utilización de efectos en la presentación, que me hubieran permitido utilizar lenguaje no verbal durante la defensa en el estrado.
Ahora mismo, mis planes de futuro consisten en seguir formándome académicamente. Espero comenzar un máster en octubre y, poco a poco, ir encontrando mi camino profesional.

-Manda un mensaje de ánimo para todas las personas que se encuentren en tu misma situación.
En general, ante esta situación, debemos ver el vaso medio lleno. Sentirnos afortunados de poder continuar con la elaboración del TFG, de poder realizar una defensa con un tribunal que va a empatizar con nosotros, que conocen bajo qué circunstancias estamos. Sentirnos afortunados de poder acabar el título y de poder seguir mirando hacia adelante. De que nuestra vida académica no se haya paralizado y de que, con el granito de arena que pone cada uno, se pueda salir lo más airoso posible de esta situación.
Estoy segura de que me esperan muchas presentaciones presenciales en mi vida, así como defensas ante tribunales.
Sin embargo, esto me ha permitido saber utilizar un nuevo programa, y poder decir que he sido de las promociones de la UPV del año 2020 que se tuvo que adaptar rápidamente, trabajando codo a codo con su tutor, para sacar esto adelante.
Y que lo hicimos.
Así que yo, al menos, me siento afortunada.

Las cooperativas, claves en la respuesta ante la crisis

La crisis sanitaria, económica y social que está provocando el coronavirus COVID-19 no tiene precedentes en la historia reciente de la humanidad. Hemos de echar la vista atrás más de un siglo, hasta la mal llamada Gripe Española de 1918, para encontrar algo similar. 

La situación por la que estamos atravesando está sacando, en muchos casos, lo mejor de nosotros mismos, como individuos y como sociedad. Cunden los gestos y los ejemplos: personas que ayudan a los mayores, haciéndoles la compra para evitar que salgan a la calle y puedan contagiarse; voluntarios que están organizándose para imprimir en 3D piezas para la elaboración de máscaras de protección o para coser mascarillas y batas; donantes que con sus aportaciones apoyan la labor de organismos y ONGs en defensa de los más desfavorecidos; ciudadanos que desde su balcón aplauden la labor de los que siguen trabajando para que salgamos de esta lo antes posible…

 En el ámbito profesional, también encontramos grandes ejemplos de comportamientos dignos de admiración. En primer lugar, el de los sanitarios, que luchan día a día para evitar miles de muertes. Pero también hemos de mencionar a las fuerzas y cuerpos de seguridad o a las miles de personas que trabajan de forma directa o indirecta en la cadena alimentaria, garantizando que tengamos acceso en condiciones normales a productos sanos, seguros y de la máxima calidad. 

No es un exceso de corporativismo decir que el sector agroalimentario en general, y las cooperativas en particular, están ofreciendo una respuesta ejemplar ante la crisis. En ningún momento han cesado su actividad, y han sabido implementar con gran velocidad y eficacia medidas adicionales de seguridad para proteger a sus socios, trabajadores, clientes y, por supuesto, a los consumidores. 

Pero no solo han mantenido su capacidad de producción, transformación y distribución de alimentos. También han seguido prestando toda clase de servicios en el entorno en el que desarrollan su actividad, muchos de ellos fundamentales en el medio rural, especialmente en un momento tan complicado como el que atravesamos. Las cooperativas cuentan con supermercados, tiendas de suministros o gasolineras, que siguen trabajando pese al estado de alarma y que garantizan el acceso de la población a productos, bienes y servicios básicos.

 La respuesta de las cooperativas agroalimentarias ante la crisis es, además, solidaria. En las últimas semanas se han multiplicado los ejemplos de entrega de EPIs y material sanitario, o la utilización de los equipos de tratamiento para la realización de labores de desinfección viaria. Una manera de actuar que redunda en beneficio de la comunidad, que se alinea con los principios y valores cooperativos, y que demuestra el arraigo y la vinculación de las cooperativas con el territorio. 

Es fundamental que el sector agroalimentario continúe trabajando, para garantizar la alimentación de hoy, pero también la de mañana o la de dentro de varias semanas y varios meses. Para ello es necesario seguir produciendo, recolectando, sembrando y manteniendo las explotaciones. Esa es nuestra tarea, nuestro compromiso y nuestra responsabilidad, con nuestros socios y con los consumidores. 

De la misma forma que nosotros no paramos, el resto de la cadena no se detiene. La distribución se encarga de poner a disposición de los clientes aquello que producimos, apoyándose en sectores como el transporte, cuyo papel en estos días de crisis también es fundamental, sumando así su labor a un esfuerzo colectivo. 

Pese a las dificultades del momento, siempre hay que ser positivos. Al final, entre todos superaremos esta crisis. Y cuando lo hagamos, será de justicia reconocer el esfuerzo de aquellos que en esta situación están ofreciendo lo mejor de sí mismos. Quizás, con el fin de la crisis, muchas cosas cambien: las relaciones laborales, las pautas sociales, las experiencias familiares o nuestra consideración hacia la situación e importancia de ciertos sectores, como el sanitario y, esperemos, también el agroalimentario. Los aplausos ciudadanos que reconocen su papel diariamente desde ventanas y balcones, a los que antes hacía mención, deberían ser una llamada de atención a nuestros responsables políticos. Una llamada sobre la importancia de reforzar esos sectores cuando acabe la crisis.

 

Cirilo Arnandis

Presidente Cooperatives Agro-alimentàries CV

María Vargas: “Hay que poner en valor la labor investigadora de la universidad»

María Vargas, jefa de estudios y subdirectora de Estudios, Calidad y Acreditación de nuestra Escuela, es uno de los científicos más influyentes de todo el mundo, al haber sido incluida en la lista Highly Cited Researchers (HCR) 2019, elaborada por Clarivate Analytics, que reconoce a los investigadores más citados a nivel internacional.

En el momento en que nos encontramos, en plena crisis del coronavirus, hemos hablado con ella sobre la importancia de la investigación que se realiza en las universidades.

María, ¿qué supuso para ti ser reconocida como una de las investigadoras más influyentes del mundo?

Supuso una gran satisfacción. El reconocimiento significa que otros investigadores e investigadoras citan mis trabajos y esto es un gran estímulo de cara a seguir investigando y publicando.

¿Cuál es la importancia de este reconocimiento para ti como investigadora y para nuestra Escuela y la UPV?

Es importante a nivel personal porque este reconocimiento me ha dado una inyección extra de energía para seguir trabajando y esto en ciencia nunca está de más. Para nuestra Escuela y la Universidad es relevante porque sirve para poner en valor la producción científica de su personal docente e investigador que además de generar publicaciones de alto impacto, contribuye a la formación de futuros profesionales a través de sus titulaciones de Grado y Máster. Todo ello redunda en que tanto la Escuela como la UPV ocupe posiciones destacadas en los rankings internacionales y nos da mucha visibilidad ante la sociedad. Considero que estos reconocimientos públicos sirven para poner en valor el trabajo que se hace en las Universidades y acercarnos más a la sociedad.

¿Qué  línea de investigación estás desarrollando en la UPV?

Mi labor investigadora la llevo a cabo en el Instituto Universitario de Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo. La línea de investigación que actualmente lidero se centra en el desarrollo de formulaciones antifúngicas de nanopartículas de quitosano e ingredientes activos obtenidos de extractos vegetales, que sirvan para alargar la vida útil de frutas muy perecederas como son las fresas y fresones. Además, participo como miembro del grupo de investigación liderado por Amparo Chiralt (profesora de nuestra Escuela y reconocida recientemente como una de las mejores científicas de España), en proyectos centrados en la obtención de materiales de alta barrera biodegradables multicapa, preparados a base de almidón termoplástico y poliésteres, para el envasado activo de alimentos.

¿Cuál ha sido tu trayectoria como investigadora?

Me inicié en la investigación en el último curso de mis estudios de Ingeniería Agrónoma en el que obtuve una beca de Colaboración del Ministerio de Educación, así como una beca de introducción a la investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Durante mi etapa como becaria de colaboración del Ministerio, tuve la suerte de ser acogida por un magnífico equipo de investigadoras del Departamento de Tecnología de Alimentos de la UPV, que despertó en mí el interés por el estudio de las propiedades físicas de los Alimentos. Este equipo, con el que sigo colaborando, me animó a seguir formándome como investigadora y me acogió durante mi Tesis Doctoral que pude realizar gracias a una beca de Formación de Profesorado Universitario. Además, pude disfrutar de una estancia de investigación en EEUU donde tuve la oportunidad de colaborar con investigadores de gran prestigio y donde pude comprobar que las investigadoras e investigadores formados en España somos muy valorados.

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María Vargas, junto el equipo de Dirección de la EAMN, en el 60 Aniversario de la Escuela.

¿Cuáles son los retos de futuro de la investigación en las universidades?

Los retos son muchos, pero uno de ellos, en relación a la labor que realizamos en la Escuela, es el fomento de las vocaciones investigadoras. En este sentido, es importante dar difusión y poner en valor la labor investigadora del profesorado universitario al mismo tiempo que se aumenta el número de becas de formación de profesorado universitario para doctorandos que se incorporan a grupos de investigación de las universidades.

Uno de los principales problemas de la investigación que se lleva a cabo en las universidades es su escasa transmisión a la sociedad. En esta crisis del coronavirus se ha hecho patente la importancia de la investigación, ¿crees que a partir de ahora, se tomará más en serio a la investigación en nuestro país?

Ojalá esta crisis sea la oportunidad para que por fin en España se haga una apuesta firme y decidida por la investigación y que se traduzca en un aumento significativo del presupuesto para investigación y desarrollo.

Para que el resultado de la investigación llegue a la sociedad ¿qué necesitamos?

Necesitamos visibilizar la labor de los investigadores e investigadoras en los medios de comunicación. Ya hay iniciativas en este sentido pero debería haber aún más. Para que haya más transferencia de tecnología y se reduzca el tiempo necesario para que un resultado de investigación llegue a la sociedad hacen falta más recursos, más presupuesto.

En esta crisis, los investigadores de varias disciplinas están trabajando para combatirlo. Desde la Escuela, se realizó una charla para informar acerca del COVID-19, ¿hay alguna línea de investigación abierta en la Escuela para combatir al coronavirus o alguna línea en este sentido que pueda aportarnos información útil?

Existe una iniciativa liderada por la  subdirectora de nuestra Escuela, Constanza Rubio y su equipo del Centro de Tecnologías Físicas junto con el Departamento de Física Aplicada, que consiste en imprimir en 3D, con la impresora de la Escuela, máscaras de protección personal para el personal sanitario de los hospitales.

Este equipo se ha unido a la iniciativa Coronavirus Makers y están produciendo máscaras para el hospital Vithas Valencia 9 de Octubre y el IVO. Todo ello indica que desde la universidad, es mucho lo que se puede aportar a la sociedad y que en estos momentos de cambio, nos estamos adaptando rápido tanto en la labor investigadora como en la docente.

¿Sería beneficioso una colaboración interdisciplinar para trabajar en la investigación para acabar con este virus?

La colaboración interdisciplinar es beneficiosa siempre y especialmente para superar esta crisis que requiere la contribución de virólogos, epidemiólogos, médicos, inmunólogos, físicos, matemáticos, bioinformáticos, ingenieros… Las investigadoras e investigadoras siempre trabajamos en equipo y ya se ha puesto de manifiesto que en España hay grupos de investigación con capacidad para contribuir a la resolución de la crisis.

En cuanto a tu línea de investigación, las empresas españolas, ¿están dispuestas a innovar para sacar al mercado los productos que se diseñan en las universidades?

En general, las empresas agroalimentarias, que son las que podrían aprovechar los resultados de mi línea de investigación, están interesadas en innovar, pero al ser en su mayoría pequeñas y medianas empresas no suelen tener toda la infraestructura necesaria. Además, hay que tener en cuenta que las empresas requieren de unos tiempos (de unas prisas) que no son las de la investigación, lo que no facilita la transferencia de resultados. Otras veces es el marco legislativo lo que impide sacar al mercado los resultados de investigación.  No obstante, estoy segura de que cada vez más habrá más ejemplos de éxito de colaboración universidad-empresa.

El coronavirus nos haciendo quedarnos en casa y reflexionar. Y están ocurriendo cosas como que las aguas de Venecia se están aclarando o que el aire está más limpio, ¿crees que es un buen momento para hacer importantes cambios como cuidar más y mejor del planeta y de nosotros mismos?

Para hacer estos cambios nunca es tarde. Espero que, como dices, esta crisis nos ayude a tomar conciencia por fin del problema y comprometernos plenamente en la búsqueda de soluciones.

Incluso, podemos estar ante un cambio de paradigma. Formación online, teletrabajo, alimentación consciente, movilidad sostenible. ¿Qué puede aportar la Escuela y la universidad a este cambio y cómo debería adaptarse?

La Escuela y la Universidad están demostrando que tienen una gran capacidad de respuesta ante este tipo de crisis. El profesorado está adaptando sus asignaturas a la no presencialidad y desarrollando su trabajo desde casa con la mayor normalidad posible, dentro de la excepcionalidad de las circunstancias, para poder seguir dando un servicio de excelencia a la sociedad.

Este año será un tanto especial, pero ¿qué aconsejas a los alumnos que el próximo curso lleguen al aula con ganas de innovar y crear un mundo mejor?

Mi consejo es que lleguen con ilusión y con muchas ganas de trabajar. Espero que esta crisis sirva para que los estudiantes aprecien más aún si cabe la experiencia de un Campus Universitario, como el de la UPV, y la posibilidad que brinda de interaccionar con estudiantes y profesorado de diferentes disciplinas.

¿Crees que ya se empieza a reconocer el papel de la mujer en la ciencia? ¿Qué logros nos quedan todavía por realizar?

Las iniciativas para reconocer y visibilizar el papel de la mujer en la ciencia son cada vez más numerosas, pero aún queda mucho por hacer. El llamado “techo de cristal” sigue estando ahí… el número de catedráticas de universidad sigue siendo significativamente inferior al de catedráticos por ejemplo… lo importante es que se está tomando conciencia y espero que se cuestión de tiempo ver un cambio real.

La Escuela celebra este año su 60 aniversario, posicionada en las primeras posiciones en los rankings universitarios nacionales e internacionales, ¿cuál es el secreto para este éxito y en qué se puede mejorar?

El secreto son las personas. Estamos en estas posiciones gracias al trabajo de todo el personal de la Escuela que está comprometido con la investigación y docencia de excelencia. Se podría mejorar en dar una mayor visibilidad a nuestras titulaciones y ponerlas en valor para que los estudiantes con más talento quieran estudiar nuestros Grados y Másteres. De todas formas, mi percepción es que estamos yendo en la buena dirección en cuanto a la promoción de nuestras titulaciones.

María, fuiste madre hace unos meses, eres una influencer de la ciencia, jefa de estudios de la Escuela… ¿algún sueño por cumplir?

Claro, sueño con un futuro cercano en el que todas las niñas puedan ser lo que quieran ser dentro de sus preferencias y capacidades. A nivel personal, sueño con cumplir mis objetivos a nivel profesional y poder al mismo tiempo disfrutar intensamente de la compañía de mi familia, amigas y amigos.

 

 

Mónica Sanz, egresada de la EAMN, nueva presidenta de Seguros de Cooperativas Agroalimentarias de España

Mónica Sanz, egresada de la EAMN-UPV, ha sido elegida como presidenta de Seguros de Cooperativas Agroalimentarias de España, un organismo que tiene como objetivo impulsar un modelo cooperativo empresarial rentable, competitivo, profesionalizado, generador de valor y con una dimensión relevante, de manera que contribuya a la sostenibilidad del sector agroalimentario español.

En esta entrevista, Mónica nos habla del sector así como de su trayectoria profesional.

Mónica, ¿cómo afrontas este nuevo nombramiento?

Con ilusión y con enorme responsabilidad. Lo cierto es que formo parte del grupo de seguros de Cooperativas Agroalimentarias de España desde hace casi diez años representando a las cooperativas valencianas, y siempre he participado de forma activa en el mismo, pero es verdad que asumir la Presidencia tiene un plus de dedicación y de compromiso para con las cooperativas, lo que a la vez hace más interesante y motivador el trabajo que desarrollo.

¿Cuál va a ser tu principal reto?

Creo que desde el cooperativismo agrario tenemos que ser capaces de hacer propuestas innovadoras y viables para que el seguro agrario siga siendo lo que ha sido hasta ahora, un instrumento de política agraria muy útil para el sector, actuando como estabilizador de la renta.

Son muchos los desafíos, pero pienso que el principal reto tiene que ver con la variabilidad y el cambio climático, pues las adversidades climáticas son cada vez más frecuentes y virulentas lo que puede provocar un incremento de la siniestralidad en las producciones agrícolas y ganaderas, y esto afectar al coste del seguro. Tenemos que participar en lograr encontrar otras soluciones para abordar este reto tan complejo.

Eres egresada de la EAMN, ¿qué titulación elegiste y por qué?

Estudié Ingeniería Agronómica y de especialidad elegí Economía Agraria. Siempre me ha gustado la biología y el campo, por lo que me decanté por la agronomía por combinar estos dos ámbitos. También, aunque en menor medida, me influyó la familia, pues mi padre es ingeniero agrónomo y mis abuelos eran agricultores de l’Horta de Vera de València. Pienso que aunque de manera no muy consciente, esto también influyó en mi elección.

¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?

Como estudiante de la ETSIA tuve la oportunidad de disfrutar de una beca Erasmus en la Universidad de Wageningen durante el curso 1999/2000 y gracias a ello, me fui a Bruselas varios años a la Delegación de la Comunidad Valenciana, asumiendo el área de Agricultura y de Intercitrus de dicha Delegación.

Esta experiencia internacional, sin duda, me marcó para siempre, y es lo que me ha permitido ir asumiendo distintos retos, como por ejemplo la Vicepresidencia del grupo de seguros del Copa Cogeca, que de otra manera me hubieran resultado más difíciles de abordar.

A todas y todos los estudiantes les recomendaría salir fuera. Debería formar parte de los planes de estudio, pues aparte de afianzar idiomas se conocen otras universidades, realidades… y se adquieren habilidades y herramientas muy útiles para el desarrollo personal y profesional de cualquier persona.

Al regresar de Bruselas, empecé a trabajar en UTECO, la entidad representativa valenciana de las cooperativas agrarias y desde entonces sigo “enganchada” al cooperativismo.

¿Elegiste el cooperativismo como área de trabajo o llegaste a este sector de casualidad?

Llegué por casualidad, buscaban a un/a ingeniero/a agrónomo/a para una asistencia técnica en desarrollo rural, y como durante la carrera estuve muy vinculada a esta cuestión, por mi colaboración con el Centro de Estudios y de Agricultura Internacional -CERAI, y era un tema que siempre me ha gustado, pues no dudé en presentarme como candidata a la asistencia técnica.

El haber sido voluntaria de la ONG CERAI durante mis años de estudiante, también marcó mi forma de ver la profesión, y fue un complemento perfecto para las asignaturas, a veces “demasiado teóricas”, de la carrera.

¿Cuál es el papel de las cooperativas en el sector agroalimentario?

La base de una cooperativa agraria es agrupar la producción de los socios para comercializar en común. Así, las cooperativas tienen un papel principal para la venta del producto de sus socios, pues hoy en día es imprescindible tener volumen para poder hacerse un hueco en el mercado.

También hay otras cooperativas agrarias, que no apuestan tanto por el volumen, sino por la calidad excelente de sus producciones con un alto valor añadido.

Pero lo que es evidente es que tanto en un modelo como en otro, las cooperativas son mucho más. Son el motor económico, social y cultural de muchas zonas rurales, donde su papel es muy relevante gestionando servicios y actividades para la mejora de la vida de los socios y posibilitando el desarrollo del territorio. Porque además, en ocasiones, son las únicas empresas presentes en él.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta?

Los retos son los mismos que afectan al sector agrario en general, y yo destacaría, aparte de conseguir rentabilidad, el conseguir que exista relevo generacional. La falta de jóvenes agricultores/as es un problema grave, porque además, lleva aparejada la falta de líderes en las cooperativas y en sector, lo cual es imprescindible para poner en marcha propuestas valientes y nuevas de mejora y cambio para el futuro.

¿Qué servicios ofrece esta entidad a las cooperativas?

El grupo de seguros de Cooperativas Agroalimentarias de España representamos a las cooperativas en los grupos de trabajo y de normativa que se celebran en la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA, Organismo Autónomo adscrito al MAPA). En estas reuniones es donde se proponen y se deciden los cambios y novedades de las 44 líneas de seguros agrícolas y ganaderos.

El modelo de interlocución desarrollado para el seguro agrario entre la administración y el sector es de los más sólidos que existen dentro de la administración agraria. Esto facilita que las coberturas y condiciones se acerquen a las necesidades de los asegurados (agricultores y cooperativas).

¿Cómo les ayuda en su competitividad y generación de valor añadido?

A parte de trasladar las propuestas de agricultores y cooperativas al seguro agrario, las cooperativas a lo largo de los años han sabido desarrollar las estructuras necesarias para maximizar su posición en el seguro, por ejemplo, participando del negocio que se genera trabajando juntas.

En este sentido, hace más de 35 años que se creó la Correduría de las cooperativas agrarias valencianas, UTECAMP, Coop.V. ENGRUPO, que es la líder de las corredurías vinculadas a las federaciones de las cooperativas agrarias y donde desarrollo también mi labor profesional como técnico del seguro agrario.

Estamos en una época de muchos cambios en la sociedad. El cambio climático, la globalización, la posible falta de alimentos para toda la población en el futuro… ¿Cómo puede ayudar el cooperativismo a crear un mundo mejor?

Las empresas de economía social, como las cooperativas, son las más justas socialmente, al poner a las personas, y no al capital, en el centro. Las cooperativas tienen una serie de valores y principios que las diferencian del resto de las sociedades mercantiles, teniendo la democracia y la solidaridad como principales características.

Por ello para crear un mundo mejor las cooperativas tienen un papel relevante, como empresas generadoras de empleo estable y de riqueza en el territorio en el que se ubican. Sin duda el mundo sería mejor si las empresas estuvieran guiadas por la justifica social, como es el caso de las cooperativas.

Por último, quería preguntarte sobre la situación tan extraordinaria provocada por el coronavirus. ¿Cómo lo está afrontando el sector cooperativo? ¿Y desde la entidad que representas?

Las cooperativas agrarias, al formar parte del sector agroalimentario, están funcionando con la normalidad que les permite la grave situación causada por el coronavirus.

Desde la primera semana del estado de alarma, los departamentos de administración trabajaban a puerta cerrada, y se han ido incorporando poco a poco al teletrabajo. Por su parte, los departamentos técnicos y de campo, así como los almacenes y las tiendas de suministros continúan trabajando, teniendo en cuenta las normas para minimizar los riesgos, como el número de personas en los vehículos para desplazamientos al campo, etc.

En nuestro caso, desde el área de seguros de Cooperativas Agroalimentarias de España estamos en contacto directo con la Entidad Estatal de Seguros Agrarios del MAPA y les vamos transmitiendo las inquietudes y problemas que está provocando esta situación en los seguros agrarios. En este sentido, hemos conseguido la ampliación de plazos de suscripción y modificaciones de  algunas líneas de seguros, con el fin de facilitar estos trámites, que normalmente realizan los socios acudiendo a la cooperativa.

Pienso que para el sector agrario en general y para las cooperativas en particular, esta situación es una oportunidad de volver a ser reconocido por la sociedad como el sector estratégico que es. No sólo desde el punto de vista económico, abasteciendo a la población de alimentos imprescindibles para su supervivencia, sino también desde el punto de vista medioambiental y social,  ofreciendo sus servicios y poniendo sus medios a disposición de la comunidad, como la reciente iniciativa de ofrecer maquinaria a los ayuntamientos para fumigar las calles contra el covid-19, o la donación de frutas hortalizas, y de alcohol procedente de subproductos de cooperativas para fabricar gel hidroalcohólico.

De esta crisis sólo se saldrá cooperando y las cooperativas llevan años haciéndolo, así que tiene que ser posible coordinar estrategias de cooperación que acaben con el covid-19.

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