Si no existiera un helado de algarroba y naranja, habría que inventarlo. Y eso es lo que ha hecho el equipo Siliqua, formado por estudiantes del Grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (EAMN). Y tan bien lo ha hecho, que ha ganado el certamen Ecotrophelia España con su innovador producto al que han llamado Karobia.
Así que ahora, este equipo integrado por Alba Escrivá, Tomás Gastón Rojas-Villafañe, María Miquel, Carla Hortelano y Rut Teresa Fraile representará a España en la fase europea de Ecotrophelia, que se celebrará online el próximo 24 de octubre.
Pero vamos a conocerles un poco mejor a través de esta entrevista:
Ganadores de Ecotrophelia España. ¿Os lo esperabais? ¿Cómo habéis recibido este premio?
Ganar Ecotrophelia España fue una grata sorpresa, ya que había mucho nivel. Estamos muy orgullosos de nuestro producto. Le veíamos bastante potencial, pero nunca nos hubiéramos esperado el primer premio.
Vuestro producto es totalmente innovador. ¿Qué es lo que más valoró el jurado?
EL jurado valoró positivamente el cuidado de nuestros ingredientes para que nuestro producto sea de KM0, además del sabor tan diferente y agradable a la vez.
Les gustó mucho nuestra historia y creemos que revalorizar productos tan nuestros fue lo que nos hizo ganar el concurso, ya que de cara a Europa la algarroba no es tan conocida, aportando así un toque tanto tradicional como innovador.

Cierto es que el helado está muy bueno, pero ¿qué otras características destacáis de él?
Principalmente, destacamos de Karobia que, en relación a otros helados, el valor energético es mucho inferior, ya que es bajo en grasas, sobre todo, en grasas saturadas y es alto en fibra, ya que contiene 6 gramos de fibra alimentaria por cada 100 gramos. Esto no ha sido visto nunca antes en un helado y estamos muy orgullosos de haber sido nosotros los creadores de la idea.
Así mismo, también se trata de un helado vegano y apto para celíacos, permitiendo que gran parte de la población lo pueda consumir sin ningún problema.
¿A qué segmento de la sociedad va dirigido?
A las personas preocupadas por el medio ambiente que les guste experimentar y vivir nuevas experiencias sensoriales.
Ahora vais a Ecotrophelia Europa, ¿cómo os estáis preparando para la gran final?
Todo ha sido muy rápido y seguimos preparándonos, ya que en menos de una semana estaremos en la final europea.
Se llevará acabo el 24 de octubre de forma online. La presentación de Karobia será a las 4 de la tarde y se retransmitirá en directo por YouTube así que estáis más que invitados a compartir con nosotros la final.

¿Cuál es el mayor aprendizaje que os lleváis de la experiencia de participar en Ecotrophelia?
Hemos aprendido muchísimas cosas, y hemos tenido la oportunidad de llevar a la realidad muchos de los conocimientos teóricos que hemos aprendido en clase.
Creemos que el hecho de haber creado algo real a partir de una idea totalmente abstracta ha sido un logro muy importante y una experiencia muy enriquecedora.
¿Creéis que Karobia podrá ser algún día una realidad?
La verdad es que nos encantaría continuar con el proyecto y ver Karobia en las estanterías de las tiendas valencianas, pero de momento queremos centrar nuestras energías en Ecotrophelia Europa, aunque estamos siempre pensando en el futuro y en cuáles van a ser nuestros siguientes pasos.
Formáis parte de Fornejant Ciència. ¿Cómo os han ayudado y qué se aprende en este grupo de Generación Espontánea UPV que no se aprenda en un aula?
Nuestros compañeros de FC han estado con nosotros desde el principio hasta el final. Cuando empezamos el proceso, nos aportaron su experiencia previa y nos guiaron durante el Design Thinking del producto, fomentando el intercambio de ideas e incluso aportando algunas, y mientras prototipábamos nos ayudaban a resolver algunos problemas. Finalmente, incluso tras el concurso seguimos recibiendo apoyo de nuestros compañeros y profesores.
Además de todo este apoyo directo, está la ayuda indirecta, que viene en forma de todos los talleres, catas, webinars y visitas a empresas que hacemos habitualmente, lo que nos permite entrar en contacto con las últimas innovaciones y tendencias del mercado, manteniéndonos actualizados, formándonos más allá de las fronteras del aula y fomentando nuestra curiosidad, trabajo en equipo y espíritu innovador.

¿Cómo os han ayudado los profesores que os mentorizan?
Nos han ayudado en muchos frentes, desde el apoyo diario en forma de consejos, instalaciones o materiales, pasando por organizar catas y evaluaciones, con presencia de otros docentes o directivos de la UPV, cuyo único objetivo era proporcionar consejos y opiniones que nos ayudaron a mejorar, además de permitirnos acostumbrarnos a defender nuestro producto frente a una evaluación.
También nos han aportado sus contactos en diversas empresas, que nos han proporcionado las materias primas para la fase de prototipado, que de otra forma hubiese sido mucho más complicado de obtener.
¿Habéis recibido también ayuda de alguna empresa valenciana?
Si, las empresas G.A. Torres y Consum nos han proporcionado las materias primas del producto, lo que nos ha permitido realizar múltiples prototipos y aprender de cada uno de ellos hasta llegar a nuestro producto actual.
¿Qué aporta la innovación alimentaria a la sociedad en la que vivimos?
La innovación puede tener muchas razones de ser y, según cada una, se enfoca más hacia unos objetivos u otros. Probablemente, hoy en día esté principalmente motivada por la busca de soluciones, y eso es lo que aporta. Estamos llevando un modo de vida que nuestro planeta no podrá seguir en unos años y, por eso, se trata de encontrar maneras, cambiar costumbres, introducir nuevos productos en el mercado, intentando sorprender y satisfacer al consumidor e ir acostumbrándolo a aprovechar los recursos más ecológicos y sostenibles, como es, por ejemplo, consumir productos de KM 0.