El aprendizaje basado en proyectos plantea un problema real a los alumnos para ser resuelto. El equipo formado por los profesores de la EAMN, Iban Balbastre, Jaime Arviza y Virginia Palau, pertenecientes al Departamento de Ingeniería Rural y Agroalimentaria de la UPV, lo están aplicando en la asignatura de Tecnología Hidráulica del Máster en Ingeniería Agronómica.

Esta metodología ha sido reconocida por la CESPIME como Buenas Prácticas Docentes en la convocatoria A+D 2020, impulsada por el Vicerrectorado de Estudios, Calidad y Acreditación y el Vicerrectorado de Recursos Digitales y Documentación de la UPV. Además, también ha recibido la distinción por parte de sus iguales.

Virginia Palau, portavoz del equipo, nos explica en esta entrevista las grandes ventajas de este sistema para el aprendizaje de los alumnos.

¿En qué consiste el aprendizaje basado en proyectos?

El aprendizaje basado en proyectos (ABP) es una metodología que plantea un problema real a resolver. Esta búsqueda de la solución llevará al alumnado a adquirir y desarrollar una serie de competencias técnicas y transversales, y a dirigir su propio aprendizaje en la materia.

La metodología ABP cambia el rol del estudiante, lo hace más activo y responsable de su aprendizaje, de lo que quiere profundizar, analizar o discutir para dar solución al proyecto. Adicionalmente, no aprende de forma individual, sino que razona e intercambia opiniones en un equipo para llegar a una alternativa consensuada.

Los docentes, en este caso, son guías en este proceso de aprendizaje interviniendo a través de diversas dinámicas como tutorías, retroalimentación a partir de las entregas periódicas que realizan y resolución de conflictos, durante el seguimiento de cada proyecto.

¿Qué profesores lo estáis implementando?

Es mucho el profesorado que lleva a cabo un aprendizaje basado en proyectos en la UPV. En nuestro caso, llevamos trabajando con ABP cerca de 5 años en esta asignatura y somos un equipo de tres docentes: Iban Balbastre, Jaime Arviza y Virginia Palau, pertenecientes al Departamento de Ingeniería Rural y Agroalimentaria.

¿Qué significa para vosotros haber recibido este premio de buenas prácticas docentes?

Este reconocimiento a nuestro trabajo ha sido una gran alegría y supone, a su vez, una gran motivación para seguir trabajando en esta línea.

¿Cómo lo estáis aplicando en la asignatura de Tecnología Hidráulica del Máster en Ingeniería Agronómica?

En este caso, es un problema común que consiste en el desarrollo y redacción del proyecto de abastecimiento de agua en una zona de cultivo con precipitaciones insuficientes. Consecuentemente, el alumnado en equipos de trabajo diseña, plantea y proyecta las obras de infraestructura de una red colectiva de riego a presión.

En concreto, en un determinado contexto con un medio físico donde las condiciones técnicas y agrícolas son diferentes, analizan y estudian posibles soluciones de diseño para abastecer de agua a los cultivos.

Desde el curso académico 2017- 2018 tenemos en marcha esta metodología y cada año mejoramos algún aspecto de la programación docente del proyecto como la forma de elección de los equipos de trabajo, el tipo de tutorías, la valoración de los entregables parciales, la forma de evaluación del proyectos, etc..

¿Qué ventajas aporta a los alumnos?

Fundamentalmente, sitúa al estudiante en contextos reales que le acercan a su futura vida profesional y hace que se enfrente a un problema real al que tiene que dar una solución viable y realista con las herramientas de las que dispone

¿Y a los profesores?

A pesar de que llevar a cabo esta metodología supone, indudablemente, una mayor dedicación docente, consideramos que redunda en un mayor y mejor aprendizaje por parte del alumnado, que adquiere una visión más realista de los conocimientos que engloba nuestra materia.

Además, se observa en ellos una actitud más activa y motivada como vemos en encuestas realizadas tras cada curso académico.

¿Mejora la relación profesor-alumno?

Si, al tener tutorías individuales o grupales y un seguimiento del proyecto durante todo el cuatrimestre, la relación profesor-alumno es más continua y cercana.

Esta metodología, ¿da al alumno una visión más real del trabajo que tendrá que realizar en su desempeño profesional?

Sí, en nuestra asignatura para el desarrollo del proyecto se debe enfrentar a muchas situaciones de la vida real como búsqueda en catálogos técnicos, interpretación de especificaciones, análisis de tarifas eléctricas, elaboración de planos o uso de software específico y diverso para el desarrollo y diseño del proyecto. Con lo cual, efectivamente, les aporta esa parte práctica y real que pueden encontrarse en su futuro empleo.

¿Cómo se lleva a cabo este sistema?

El planteamiento del proyecto se realiza al inicio de la asignatura, donde se les facilita una guía docente específica para su desarrollo. En ella, se concreta el problema, los objetivos, los contenidos de cada entregable y del documento final, un cronograma y la forma de evaluación.

Durante las sesiones de teoría de aula y práctica de aula se les complementa con una base teórica que permita entender mejor lo que harán de forma aplicada en el proyecto. Además, en parte, el proyecto se va realizando y avanzando durante las sesiones de prácticas informáticas programadas para afrontar cada fase del mismo.

¿Los alumnos lo valoran?

Sí, en general, tras estos 5 años de aplicar esta metodología ABP, las valoraciones han sido positivas. Esto se refleja en los comentarios que se exponen a continuación, extraídos de algunas de sus entrevistas:

“La asignatura es muy completa, trabajamos mucho. Es una asignatura que exige bastante y se aprende mucho, subiría incluso el número de créditos de la misma. Me gusta porque es una asignatura práctica, no solo hacer exámenes. El proyecto se puede asemejar a la realidad, por ello que nos motiva más.”

“Me ha gustado el trabajo de curso, es verdad que consume muchas horas pero hace aprender más que cualquier examen y te hace afrontar problemas que pueden darse en la vida laboral.”

Los proyectos que se presentan, ¿pueden considerarse ya proyectos profesionales?

Algunos sí, otros no tanto, depende siempre de la implicación y trabajo del equipo, como en la vida real.

Un buen equipo, presentando un buen proyecto, sí se consideraría un proyecto profesional.

¿Recomiendas este sistema para todas las asignaturas del máster?

Claro que lo recomendamos. De hecho, en otras disciplinas como la maquinaria agrícola, las construcciones rurales o la fitotecnia se llevan a cabo experiencias similares.

No obstante, el ABP no es la única metodología; la combinación de varias metodologías de aprendizaje siempre será más atractivo y beneficioso dentro de un plan de estudios. Además, dependiendo de la disciplina se podrá implementar con más facilidad una dinámica u otra dentro del aula.

Lo que sí que pensamos es que necesitamos una mayor implicación de nuestro alumnado, y esto se logra a través de metodologías activas que promuevan su aprendizaje.