Carla Espinós es egresada de la Escuela del Grado en Biotecnología. Ya en su tiempo como estudiante, su claro compromiso con la Biotecnología le llevó a participar en eventos como la Youth Ag-Summit, en la que obtuvo una de las primeras posiciones.

En la actualidad, Carla está cursando un doctorado en Biociencias Moleculares en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), gracias a la beca de La Caixa INPhiNIT Retaining.

A pesar de su juventud, Carla está ya considerada como uno de los mejores graduados en Biotecnología de España y ocupa la 1ª posición en el Ranking Nacional de Excelencia Académica del Grado de Biotecnología.

En esta entrevista, hemos hablado con Carla Espinós acerca de su trayectoria, su pasión por la Biotecnología y el futuro de esta disciplina.

Carla, en primer lugar, enhorabuena. Eres muy joven, pero tu pasión por la Biotecnología te ha hecho ocupar ya el primer puesto en el Ranking Nacional de Excelencia Académica del Grado de Biotecnología. ¿Cómo recibes esta noticia? ¿Qué supone para ti?

Pues la verdad es que me ha sorprendido bastante. Para mí es todo un honor que me reconozcan como la mejor graduada de Biotecnología de mi promoción en España. Por supuesto, es toda una alegría, pero, sobre todo, no por mí, sino por las y los docentes que han hecho que esto fuera posible, que han sabido mantenernos motivados y con ganas de aprender cada día más durante este largo camino.

¿De dónde te viene la pasión por la Biotecnología? ¿Siempre has tenido claro que este era tu camino?

La Biotecnología es una carrera que brinda mucha flexibilidad en términos de especializaciones. La Universitat Politécnica de València siempre ha sido conocida por su excelente investigación en ‘plant science’, además de ser la mejor universidad española impartiendo este Grado.

De este modo, pude explorar muchas ramas de la ciencia desde la parte más vegetal a la biomedicina más aplicada, permitiéndome así poder tomar una decisión de cara al futuro con todas las posibilidades e información en mis manos. En resumen, es una carrera con un amplio abanico de oferta, y como cuando tienes que decidir qué estudiar no sueles tenerlo 100 % claro, preferí ir tomando decisiones de las cosas que más me gustaban durante el Grado para ir armando un camino al futuro.

¿Qué crees que puede aportar la Biotecnología a la sociedad?

Creo que la ciencia no es solo una herramienta que beneficia a un individuo, sino principalmente a la sociedad, y en numerosas ocasiones, el eje de comunicación ciencia-sociedad se difumina un poco, como por desgracia hemos podido ver estos días debido a la pandemia.

Como dijo Severo Ochoa: «La ciencia siempre vale la pena porque sus descubrimientos, tarde o temprano, siempre se aplican». Y desde mi humilde punto de vista, la última aspiración de un científico debería ser devolver a la sociedad todos los esfuerzos que han puesto en su recorrido académico.

Y eso es exactamente lo que la Biotecnología puede hacer en diversas formas y colores: proporcionando frutas y verduras de calidad, ahorrando a los agricultores recursos y esfuerzo, creando nuevas vacunas y medicamentos para enfermedades raras o comunes… etc

¿Cuál quieres que sea tu aportación a la sociedad a través de tu profesión?

El objetivo siempre es el retorno social, poder devolver a la sociedad todo lo que nos ha aportado durante estos años. Más específicamente, yo investigo la progeria, una enfermedad rara que causa el envejecimiento prematuro de los niños que la sufren. Únicamente existen en torno a 300 niñas y niños con progeria actualmente, sin embargo, la investigación en enfermedades raras puede reportar un alto impacto social.

Cuando se pregunta cuáles son las cosas que más les importan a las personas, la población siempre responde tener una «buena vida», es decir, adquirir la mejor calidad de vida posible. Esto, solo se consigue investigando sobre el envejecimiento para tratar de expandir la salud, que no es lo mismo que aspirar a ser inmortal o ampliar la esperanza de vida. El objetivo es retrasar la enfermedad en el tiempo, en otras palabras: no queremos vivir 500 años, sino llegar a los 80 con la vitalidad y salud de una persona de 30.

Según el Informe sobre el Envejecimiento de la Población Mundial de las Naciones Unidas, las proyecciones indican que en 2050 se contará con 434 millones de personas mayores de 80 años, más del triple que en 2015, por lo que investigar la cura para la progeria, no solo beneficiaría a 300 niñas y niños sin esperanza, sino que, trasladando esas investigaciones a la población envejecida, podemos llegar a toda la sociedad.

En tu época de estudiante en la Escuela participaste en eventos como la Youth Ag-Summit y los European Development Days. ¿Qué ha supuesto para ti el paso por estos eventos? ¿Cuál es tu mayor aprendizaje?

En este tipo de encuentros se aprenden muchas cualidades y aptitudes muy importantes tanto en la vida personal como profesional, pero por destacar las que no se pueden aprender en el aula, comentaría el dinamismo de grupo, liderazgo, responsabilidad y conciencia social, relacionarse y expresarse claramente en otro idioma ante expertos en la materia y compañeros… etc

Tu paso por este tipo de eventos denota en ti una vertiente activista y reivindicativa. ¿Es necesario que los jóvenes se involucren en el nuevo paradigma de sociedad al que nos encaminamos, más sostenible y colaborativa? ¿Cómo pueden hacerlo los estudiantes de Biotecnología? ¿Cuál es su papel en la mejora de esta sociedad y en los retos de futuro?

Recomiendo participar en este tipo de eventos porque acaban siendo mucho más de lo que te has podido imaginar. Generas conexiones que perduran, a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia creando una red de jóvenes comprometidos más grande de lo que podrías imaginar, pudiendo surgir colaboraciones, amistades para toda la vida e incluso trabajo. Además, no solo estableces contacto con jóvenes de otros países sino también expertos en diversos campos y profesionales del sector.

Sé que se suele decir que los jóvenes somos el futuro, y debemos preocuparnos por él, por lo que vamos procrastinando el momento. Pero es que ya no somos el futuro, ¡somos el presente inmediato!, valga la redundancia.

Cada vez es más común observar a personas más y más jóvenes en posiciones de mucha relevancia a nivel global, y esto no es por casualidad, sino porque realmente somos una generación muy preparada y válida para enfrentarnos a los desafíos actuales como la medicina de precisión, el calentamiento global, la contaminación de los mares…etc. ¡Actuemos como tal!

A lo largo de tu trayectoria has realizado trabajos de investigación en el Imperial College London, Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, el CNIC con la Beca Cicerone, la Misión Biológica de Galicia, el Centro de Investigación Príncipe Felipe durante el Programa Descubre o el Instituto de Biomedicina de Valencia, este último con una beca JAE-Intro 2018. ¿Ves en la investigación tu principal campo de trabajo?

Por ahora sí es mi principal campo de trabajo, aunque nunca se sabe. Lo bueno de la ciencia y la carrera científica en general es que te prepara para muchísimas cosas, aunque no seamos conscientes de ello. Somos expertos en resolución de conflictos, aprendemos en nuestra propia piel cómo motivar adecuadamente, nos convertimos en lideresas y líderes de nuestros propios proyectos…

En definitiva, aprendemos una forma de estructurar las ideas, los planes y resolver los problemas, que es difícil de encontrar en otras áreas.

Una vez te graduaste, obtuviste una beca de la Fundación Barrié en 2018 para la realización de un MSc in Immunology en el Department of Immunology, Imperial College Londres. Actualmente, estás cursando un doctorado en Biociencias Moleculares en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) gracias a las becas de La Caixa INPhiNIT Retaining y del Ministerio para la Residencia de Estudiantes. ¿Hacia dónde te diriges? ¿Cuál sería tu objetivo profesional?

En principio me gustaría seguir en ciencia mientras encuentre la motivación adecuada. Algo que tengo muy claro, es que no voy a hacer nada por simple inercia o porque no me apetezca buscar otras opciones. Intento explorar siempre todas mis posibilidades antes de tomar decisiones, y para qué engañarnos, también soy un poco inquieta y me muevo mucho para buscar experiencias nuevas.

¿Seguirás creando proyectos para mejorar esta sociedad como The Imperfect Picks?

Realmente es algo que me apasiona. Siempre que surge o me proponen algo, es muy complicado que diga que no puedo. Además del doctorado, siempre estoy en formación continua de otros temas dispares o de interés social. Hace poco participé en un proyecto del IES Abastos denominado STEMFartes, también soy miembro de la SEDEA y de Nova Talent.

El pasado año realicé una TEDxUPValència y también soy vocal de la Asociación de Biotecnólogos de Madrid. Además, también colaboré con el departamento de Microbiología e Inmunología de Louisiana State University Health Sciences Center y la Fundación Barrié como parte del panel del jurado para el  Summer Undergraduate Research Fellowship Program.

Eres muy joven y te queda mucho camino, pero ¿cuál sería tu sueño en materia profesional?

La verdad que solo me preocupa dejar huella en la sociedad, y poder ayudar, aunque sea a una sola persona. Creo que mientras se tenga la orientación adecuada, da igual dónde o qué trabajo desarrolles. Lo más importante es estar motivada, contenta, y esforzarte hasta el final por las razones adecuadas.

¿Crees que la Biotecnología es una profesión de futuro?

Desde luego que sí, ¡aunque no la única, por supuesto!

Para las personas que pudieran tener dudas sobre la importancia de la biotecnología… en cuestión de 1 año todos nos hemos hecho virólogos, expertos en farmacéuticas, tres másteres en funcionamiento de vacunas y cuatro cursillos de responsabilidad social…

Al margen de que la información que circula no siempre sea fiel a la realidad, creo que esto no hace más que apoyar una vez más la idea de que la ciencia es el futuro, que sin ella da igual la cantidad de avances que tengamos en otras áreas económicas.

Solo espero que se mantenga este apoyo incondicional a la ciencia y no volvamos a sufrir el peor recorte en I+D+i de la historia. Que estas inversiones que se están haciendo para encontrar cura o vacuna para la COVID-19, se mantengan no solo para esta crisis, sino que podamos mantener una investigación útil, de calidad y duradera en los campos de la ciencia, para que durante el próximo problema, estemos todos preparados.

Como sociedad, no podemos esperar resultados de hoy para hoy, tenemos que comprometernos con esos investigadores que trabajamos para todos los habitantes de la Tierra, para el bienestar global, para la sanidad, para la seguridad de todos.

Ojalá, esta pandemia sirva para que abramos los ojos y empecemos a valorar más tanto social como económicamente la investigación, que a pesar de no dar resultados inmediatos, ha producido los mayores avances de la humanidad.

La ciencia y la salud no descansan ni nos dan treguas, ni funcionan con inyecciones puntuales de millones de euros. Se necesita un apoyo continuo económico, humano y político/burocrático para ver resultados en los próximos años.

¿Qué consejo puedes dar a los estudiantes que están ahora cursando el Grado en la Escuela?

El mejor consejo que les puedo dar es que acepten cada una de las oportunidades que les brinde la carrera y la ciencia. Bien sea en academia e investigación pública, como en la industria privada o incluso la consultoría estratégica. Tenemos muchas salidas profesionales y es difícil tomar una decisión si no tenemos información.

En mi opinión, la mejor forma de tener esa información es probando diferentes cosas, ¡que no tengan miedo de explorar! La famosa pregunta de las entrevistas de trabajo sobre el ‘por qué parece que has dado bandazos académica o profesionalmente’ no es una critica negativa nunca, yo siempre la he transformado a mi favor y siempre encontré una sonrisa y éxito de vuelta.

Y un mensaje final. Sin Biotecnología, no hay……

¡PRESENTE!