Albert González es el nuevo delegado de alumnos de la Escuela. Aunque su mandato transcurre en este delicado momento, afronta su cargo con responsabilidad y muchas ganas de trabajar por sus compañeros. Rodeado de su equipo, Albert asegura que a pesar de las dificultades del momento actual, se siente preparado para  representar a sus compañeros y compañeras.

«Los nuevos científicos tenemos un compromiso con el futuro y quien quiera mejorar el futuro de la humanidad, esta Escuela es su sitio», asegura Albert.

Albert, en primer lugar, háblanos de ti para que te conozcamos un poco más. Cuéntanos por qué elegiste estos estudios y cuál es tu sueño a nivel profesional.

Soy estudiante del grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. De pequeño siempre decía que quería ser cocinero o científico y cuando vi que existía un grado que juntaba ciencia y alimentación, no me lo pensé dos veces y no me arrepiento nada. 

Lo que aún no tengo claro es mi futuro profesional, ya que el grado tiene muchas salidas y posibilidades interesantes y aún no sabría decidirme. Considero que venir a la universidad solo a estudiar es desaprovechar la oportunidad de completar la experiencia universitaria. Por eso, desde que entré, he intentado apuntarme a todas las actividades que he podido y así he llegado a ser delegado.

Albert, eres delegado de alumnos en un momento difícil, con todo el tema de la pandemia. ¿Cómo asumes tu nuevo cargo?

Lo asumo con muchas ganas de trabajar, aunque tambien con cierta preocupación, ya que con la pandemia no sabemos qué va a venir. Es un cargo con gran responsabilidad, pero me siento preparado para ello.

En estos momentos, más que nunca, es necesaria la colaboración y el trabajo en equipo. Háblame de tu equipo y de cómo os habéis repartido la responsabilidad de la Delegación.

El equipo de delegación este año lo conformamos Rafa Haya, como vicedelegado, y Javier Boix, como secretario. Nosotros tres somos lo que consideramos la “cúpula” o la junta directiva. Entre los tres nos encargamos de gestionar los puntos más organizativos.

Además, nos apoyamos en las diversas coordinaciones encargadas de organizar las distintas actividades que desarrollamos en delegación como cultura, deportes, académicas, comunicación, infraestructuras y medioambiente. Pese a los distintos cargos, nos ayudamos entre todos para hacer la faena más amena.

Además de las funciones habituales de un delegado de alumnos, ¿asumes alguna responsabilidad especial o diferente por el momento actual?

Sí que hemos tenido que asumir más responsabilidades, sobre todo a principio de curso, que nadie sabía por dónde ir. Nos encargamos de apoyar a los alumnos y ayudarles en la adaptación a la docencia online, de ayudar a los delegados y delegadas a organizar la presencialidad en cada clase, etc.

Albert González junto con equipo directivo de la Delegación de Alumnos.
(Esta foto fue tomada el año pasado, antes de la pandemia)

Vuestros compañeros os necesitan más que nunca y sin unión y compañerismo no se puede superar esta pandemia. ¿Cómo os estáis planteando ayudar a los alumnos en este delicado momento?

Pues en este segundo semestre estamos organizando varias actividades online, con el objetivo de que, aunque cada uno esté en su casa, pueda olvidarse de la pandemia y divertirse un rato con el resto de sus compañeros. Consideramos que intentar recuperar la vida universitaria, aunque sea online, ayudará a muchos compañeros en esta situación.

El año pasado la Escuela repartió mascarillas y lo hizo a través de vosotros. ¿En qué otras acciones estáis colaborando con el equipo directivo de la Escuela?

Afortunadamente, tenemos muy buena relación con el equipo directivo. Tenemos representación en todos los órganos colegiados de la escuela, por lo que colaboramos activamente con sus miembros. Además, tenemos el apoyo del equipo directivo en todas las actividades que organizamos. Por ejemplo, hace poco hicimos un sorteo de varios productos, entre ellos varias botellas de vino, cortesía de la escuela.

¿Cuál es tu papel en la defensa de los derechos de los alumnos?

Las funciones de delegado son muy variadas. En la escuela nos encargamos de gestionar los problemas entre alumnos y docentes, ya sea mediante el contacto directo o mediante la plataforma mistral. Tambien proponemos cambios tanto a docentes como al equipo directivo, que consideramos que pueden mejorar la calidad de la escuela.

En la UPV tenemos representación en el pleno de delegaciones, que se encarga de gestionar todo lo relacionado con la universidad, como la modificación de la normativa, además de participar en las distintas comisiones de representación estudiantil del país.

¿También debes ocuparte de que cumpláis con vuestras obligaciones?

Nosotros nos limitamos a difundir estas obligaciones y a explicar lo que se debería hacer en cada caso. Consideramos que el hecho de estar en la universidad implica tener el nivel de madurez para aceptar estas obligaciones.

¿Formación presencial u online? ¿Qué destacas de cada modalidad?

Al principio de curso, defendíamos la formación presencial (teniendo en cuenta que la Comunidad Valenciana tenía una incidencia de contagios de las más bajas del país), ya que considerábamos que no suponía un riesgo grave acudir a la universidad y queríamos defender la presencialidad.

En la presencialidad existe feedback entre alumnos y profesores, que parecerá algo poco importante, pero tras haber estado en online, considero que es lo que más se echa de menos. También hay que destacar que al acudir presencialmente, hay contacto con otros alumnos, te puedes reír un rato y evadirte un poco del estudio.

Pese a esto, tras las vacaciones de Navidad, cuando la incidencia del virus aumentó a unas cifras muy alarmantes, nos hicimos partidarios de un cambio en la formación a online. Ahora mismo estamos moviéndonos para que se adapte de tal forma que los alumnos tengamos que desplazarnos lo mínimo a la escuela. Por ello, hemos estado sugiriendo a los docentes en las distintas CATs que, en la medida de lo posible, adapten el sistema de evaluación a uno que se pueda hacer desde casa sin afectar a la calidad de la docencia, ya que consideramos que realizar exámenes presenciales, dada la situación, pese a las medidas de seguridad, supone un estrés añadido junto con el  miedo de algunos alumnos a asistir a la universidad.

En cualquier situación, la adaptación al cambio es fundamental. ¿Qué acciones o actividades tenéis programadas para este curso y cómo pensáis llevarlas a cabo?

En condiciones normales, en Delegación estaríamos organizando un montón de actividades para promover la vida universitaria, pero dadas las condiciones, hemos tenido que adaptarnos. Este segundo semestre tenemos pensadas bastantes actividades online para motivar a los alumnos, sobre todo, para San Isidro. Entre ellas, varios torneos de e-sports.

Albert apela a la responsabilidad de alumnos y alumnas para poder salir antes de la pandemia.

¿Sois conscientes los estudiantes de la importancia de una titulación en la que los futuros profesionales deben hacerse cargo del cuidado del medio ambiente e incluso de gestionar el hambre en el mundo?

Desgraciadamente, vivimos en una sociedad donde la acción contra estos puntos es bastante mínima. El cambio climático está muy presente y la gente que tiene poder para evitarlo solo hace que pasarse la patata caliente.

Ahora nos toca a las nuevas generaciones luchar para tener un futuro. Y no solo un futuro para nosotros, sino para toda aquella gente que, por sus condiciones de vida, está al margen de la situación. Tenemos que luchar por una igualdad en las condiciones de vida de todo el mundo. Justamente, en la escuela, los alumnos tienen más consciencia sobre estos temas, sobre todo, porque estamos en contacto con ellos. Considero que las titulaciones de la escuela dan acceso a los conocimientos necesarios para que cada estudiante pueda aportar su granito de arena en la lucha por un futuro digno.

¿Cuál crees que es la mayor ventaja competitiva de estudiar en esta escuela de la UPV?

Destacaría la gran cantidad de prácticas externas de las que dispone la escuela, que permiten al alumno tener contacto con el entorno laboral y sentar unas bases para el futuro. Las titulaciones de la escuela tienen muchas salidas y el hecho de poder elegir dónde quieres acabar al salir de la universidad es algo a destacar. Y por no nombrar el prestigio de la escuela al albergar titulaciones muy bien posicionadas en los distintos rankings de grados.

¿Y una reivindicación?

Creo que no viene mal aludir un poco a la responsabilidad de todos en esta situación. Todos queremos que la pandemia acabe cuanto antes, pero si empezamos a salir, quitarnos las mascarillas, etc. aún durará más.

En abril tendrán lugar las jornadas de puertas abiertas y llegarán posibles futuros alumnos, ¿qué les dirías a los que tengan dudas para que se decidan por estos estudios?

En esta escuela tenemos muy claro el compromiso que tenemos los nuevos científicos con nuestro futuro. A través de las distintas opciones de grado, se pueden obtener diferentes enfoques en la elaboración de soluciones a los nuevos problemas globales que serán determinantes en nuestro futuro, con las herramientas biotecnológicas, alimentación o el cuidado de nuestros bosques y espacios naturales.

 La universidad es una época para disfrutar y nuestra escuela permite hacerlo de una forma muy enfocada al futuro, tanto a nivel individual como a nivel colectivo, fomentando la mejora en la producción, mantenimiento, desarrollo e investigación de alimentos, plantas o animales.  Si quieren mejorar el futuro de la humanidad, este es su sitio.