Ana Hernández, egresada de la Escuela en Ingeniería Agrónomica, ha sido galardonada en 2020 como “Mujer del Año Fruit Attraction”, por sus diez años en Grupo Paloma.
Ana es responsable de I+D+I en el departamento de Producción de Grupo Paloma, empresa murciana fundada por su abuelo en 1968. Ella representa la tercera generación de esta empresa que comenzó produciendo y comercializando tomates en el mercado nacional y que actualmente exporta tomate, uva sin semilla, melocotón, nectarina y granada a toda Europa. Cuenta con más de 1.250 hectáreas de cultivos entre Águilas, Lorca y Mazarrón.
El trabajo de Ana consiste en desarrollar nuevas variedades en los distintos cultivos, además de ser la responsable de desarrollo e implantación del cálculo de la huella hídrica y de carbono.
-Ana, ante todo, enhorabuena por tu premio. ¿Qué significa para ti este reconocimiento siendo tan joven?
Este tipo de reconocimientos proporciona una mayor motivación para seguir trabajando.
– ¿Te parece que ya se va reconociendo el papel de la mujer rural en España?
El papel de la mujer dentro de la agricultura sigue siendo poco notable. Si bien es verdad que en los últimos años se ve una mayor presencia, es necesario todavía dar mayor visibilidad al papel de la mujer rural.
–Aunque por tu parte, eres mujer rural, pero eres también ingeniera. ¿Necesitamos savia nueva, mujeres preparadas y digitalizar el trabajo rural para avanzar?
Por supuesto, pero la realidad es que las mujeres en este sector ya estamos trabajando y aportando. Lo que se necesita es que se nos dé mayor relevancia y puestos de responsabilidad para que podamos aportar todos nuestros conocimientos al sector.
–Entiendo que vienes de familia de agricultores. ¿Siempre supiste que querías trabajar en la tierra, en la empresa familiar?
Realmente, no. Cuando tuve que decidir qué carrera universitaria quería estudiar, elegí Ingeniería Agronómica porque me gustaban las ingenierías, pero, a la vez , también me gustaba mucho la biología. Lo que no tenía claro entonces es que quería incorporarme a la empresa familiar.

-¿Qué aporta el Ingeniero Agrónomo a la agricultura del presente y del futuro?
La agricultura del presente es una agricultura muy tecnificada y en el futuro será imprescindible profesionalizar más si cabe la agricultura, incluyendo nuevas tecnologías para aumentar la eficiencia y la sostenibilidad tanto medioambiental como social y económica. Por ello, el papel del Ingeniero Agrónomo bien formado será imprescindible.
-Háblanos acerca de tu trabajo en Grupo Paloma, en el desarrollo de nuevas variedades.
El desarrollo de nuevas variedades en todos los cultivos es imprescindible para poder adaptarnos a las exigencias de los mercados y también para adaptarnos a los cambios en los modelos de producción y conseguir una agricultura sostenible. Por ello, todos los años ensayamos decenas de nuevas variedades obtenidas mediante mejora genética y evaluamos su calidad y productividad. Es un proceso muy importante y que normalmente nos lleva varios años hasta poder seleccionar una nueva variedad válida que mejore las actuales.
–También te ocupas de la huella hídrica y de carbono. ¿Es necesaria una agricultura sostenible, respetuosa y basada en la economía circular?
A día de hoy es imprescindible conseguir una producción de alimentos rentable y a la vez sostenible medioambientalmente. Por ello, hace 5 años comenzamos con este proyecto de análisis de estos indicadores medioambientales que nos permitiesen analizar todos nuestros procesos y fijarnos objetivos de mejora y de reducción de consumo de agua y energía.
-¿Cómo podemos lograr una agricultura así?
A día de hoy nos tenemos que apoyar en las nuevas tecnologías y aplicar nuevos conocimientos. Por ejemplo, para la reducción del consumo de agua es imprescindible optimizar el uso de este recurso. Para ello, se utilizan sensores que monitorizan el suelo y los sustratos en todo momento y nos permiten aportar el agua justa que demandan en cada momento nuestros cultivos.
–Siendo tan joven, pero teniendo ya tanta experiencia, ¿qué retos profesionales te planteas?
Me gustaría poder seguir creciendo profesionalmente dentro de mi empresa, aplicando nuevas políticas de innovación y desarrollo y buscar soluciones reales para llegar a una economía circular real. Continuar desarrollando el control biológico en nuestros cultivos y ser capaz de obtener unas producciones rentables y sostenibles es otro de mis retos.
–¿Y un sueño?
Que se valore la agricultura española como se merece y poder terminar mi carrera profesional dentro la empresa familiar. Eso querrá decir que habremos sido capaces de hacernos valer y adaptarnos a los cambios necesarios que debe afrontar la agricultura en el futuro.