A estas alturas, ya sabemos que el sector agroalimentario español a grandes rasgos y de una forma muy simplificada, cuenta con la cadena agroalimentaria española, integrada por cuatro eslabones principales como son la producción, la transformación, la comercialización y la distribución, con el consumidor final como principal objetivo de cuantos componen la cadena.
El IESE publicó un informe sobre la cadena agroalimentaria en 2012 en el que indicaba que la industria agroalimentaria española mantiene una posición destacada en el ámbito europeo, y genera mayores márgenes que la propia distribución minorista. Ésta, por su parte, presenta un grado de concentración muy bajo en la distribución de productos frescos y uno sensiblemente mayor en la distribución de productos envasados.
Así, los cinco mayores distribuidores de productos frescos representan poco más de una cuarta parte del mercado, mientras que los cinco mayores distribuidores de productos envasados concentran casi el sesenta por ciento de las ventas. Con todo, no se detectan, en ninguno de estos dos casos, prácticas restrictivas de la competencia en la distribución que, por el contrario, actúa como estabilizadora de los precios finales, al absorber una parte significativa de las variaciones experimentadas en los eslabones anteriores, tal como hemos visto.
También indicaba que la distribución minorista española ha registrado un intenso proceso de modernización y los consumidores compran cada vez más en supermercados, hipermercados y otras formas de autoservicio, mientras que el número de tiendas tradicionales ha disminuido. Puede afirmarse que este proceso de cambio ha permitido incrementar la capacidad de elección de los consumidores y ajustar mejor la oferta a las preferencias y necesidades de los demandantes. Además, la modernización de la distribución ha hecho posible la creación de puestos de trabajo de mayor calidad, tanto en la propia distribución como en los eslabones anteriores de la cadena, a la vez que ha abierto nuevas vías para la exportación agroalimentaria española, según el IESE.
Además, afirma que las marcas del distribuidor han mejorado la oferta y los precios de muchos productos y han fidelizado a muchos clientes. Si bien es verdad que el auge de las marcas del distribuidor ha supuesto un nuevo reto competitivo y de cuota de mercado para algunos fabricantes con marca comercial, también es cierto que para muchos otros fabricantes las marcas del distribuidor se han convertido en un nuevo e importante cliente con pedidos previsibles y cuantiosos, que les han permitido planificar mejor la producción y operar con mayor rentabilidad y ciencia. Sin las marcas del distribuidor, muchos de estos fabricantes habrían tenido serias dificultades de acceso a los mercados, concluye dicho análisis.
Según el último informe de la prensa especializada en el sector agroalimentario, alimarket.es, de fecha mucho más reciente, 18 de mayo de 2020, “la MDD gana cuota, aunque las marcas también crecen a doble dígito” (Alimarket Noticias de Alimentación Sector Alimentación y Bebidas 18/05/2020), como se puede ver en la gráfica adjunta.
Fuente: IRI España
Según esta misma fuente, “el mercado de gran consumo creció en la semana finalizada el pasado 10 de mayo un 16% frente al mismo periodo del año anterior” y “el dato también fue positivo (8,5%) respecto a la semana anterior de 2019, según los datos de IRI España.” Podéis encontrar este artículo en su página web www.alimarket.es.
La semana pasada estuve en una tele formación sobre el sector agroalimentario frente al COVID19 en las que D. Igancio Zaldua Gorostiaga, socio fundador de Sie7Corp y Nutricionista experimentado indicaba que “el sistema agroalimentario europeo ha estado bajo una presión sin precedentes durante la pandemia del COVID-19, pero el sector agroalimentario también hemos demostrado ser un sector resiliente. No obstante, hay una gran necesidad de productos y servicios que hagan frente a esta crisis”, o lo que es lo mismo que existe una gran oportunidad para aquellos que sepan adelantarse y adaptarse a esta nueva “normalidad”.
Así mismo, el presidente de FEDACOVA, D. Federico Félix, en su artículo de opinión publicado en Levante EMV del 12 de marzo de 2020 indicaba que “de la experiencia española, se desprende que las actividades que han seguido funcionando sin interrupción, por ser consideradas esenciales para la subsistencia de la sociedad, como el sector de la agroalimentación y el de la distribución, que conozco muy bien como empresario y presidente del mismo, y que han permitido que los hogares de España estuvieran bien abastecidos, constituye un ejemplo de cómo, con responsabilidad y profesionalidad, sin parar la actividad y adoptando las imprescindibles medidas de seguridad, se ha evitado el contagio masivo en las empresas y ha permitido su normal funcionamiento.”
Félix añade que “al contrario que otros sectores considerados no esenciales, la mayor parte de la actividad productiva y distributiva del sector agroalimentario no se está resintiendo porque seguimos al pie del cañón, trabajando por España y por los españoles.” A pesar de lo cual hay empresas cuyas actividades están más conectadas al turismo y sobre todo aquellas empresas que tienen al sector Horeca entre sus principales clientes, cuyo sector ha experimentado un cierre total de su actividad durante este estado de alarma, y el sector de la pesca, en la que es más difícil guardar las distancias, se ven hoy especialmente afectadas. Federico insiste en que “la industria agroalimentaria, desde nuestros agricultores, ganaderos y pescadores, hasta las estanterías de los puntos de venta, es central siempre, pero más aún en este momento. No sólo porque constituye el vehículo de abastecimiento de una sociedad que está en un porcentaje elevado recluida, sino también por ser una de las pocas actividades que siguen manteniendo, y en algunos casos incrementando, el empleo. Y este compromiso doble con la sociedad lo está llevando a cabo con todas sus fuerzas y entusiasmo, guardando las más estrictas reglas de seguridad, tanto del personal como alimentaria.”
Para finalmente concluir en que “nadie piense que esto es por casualidad, ni que el sector está haciendo el agosto con esta crisis, como se dice vulgarmente. Los empresarios sabemos que ante una situación crítica como la que vivimos en estos momentos sólo hay una opción: o se afronta la misma, reinventándose, siendo creativo y, sobre todo, tomando decisiones, o se desaparece. Y es lo que el conjunto de la cadena agroalimentaria ha hecho: reforzar sus medidas de seguridad y salud, incrementar el empleo, invertir y formar a sus equipos para asegurar su perfecto funcionamiento. Pero ante todo está el enorme compromiso que empresarios, autónomos y trabajadores del sector han asumido con la sociedad, lo que quiero agradecer como Presidente de la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana.”
Los sectores de la agroalimentación y el de la distribución, han demostrado que, con responsabilidad y adaptando todas las medidas necesarias de prevención e higiene ante el Covid-19, un sistema de colaboración público-privada, hubiera asegurado el normal funcionamiento de la mayor parte de actividades profesionales y empresariales, tal y como se ha podido constatar con la cadena agroalimentaria, desde el sector primario hasta el comercio y la distribución, pasando como no puede ser de otra manera, por la industria transformadora, gran eslabón de esta industria considerada esencial.
Sergio Barona
Secretario General de la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana (FEDACOVA)