Laudatio a Manuel García Portillo en su reconocimiento como Alumni Ilustre de la Etsi Agronómica y del Medio Natural de la UPV que pronuncia Gabriel García Martínez en el acto institucional de Navidad de la escuela celebrado el 21 de diciembre de 2018.
Voy a intentar a continuación introducir la figura de la persona que vamos a homenajear como culminación de este Acto Institucional.
He de confesar que al principio parecía una tarea fácil, dada la gran cantidad de documentos relativos a la historia de TECNIDEX, y la figura de Manuel García Portillo, como principal impulsor y promotor de esta empresa, pero créanme cuando les digo, lo difícil que ha resultado extraer, de forma sintética, toda esa información, por todo lo que se puede contar y aprender.
No obstante, vamos a empezar por el principio.
Manuel García Portillo nació en Cervera del Maestre (Castellón) en 1953, y su infancia transcurrió en Cervera, Mogente, Játiva y Valencia, siendo el hijo menor de cuatro hermanos. Desde muy joven practicó deporte, sobre todo rugby, que considera como una de las enseñanzas de su vida.
Es Ingeniero Técnico Agrícola, de la especialidad de Hortofruticultura y Jardinería, por nuestra Universidad. También cursó estudios de postgrado en Dirección y Administración General de Empresas, en el Centro de Formación Empresarial Luís Vives. Después de trabajar dos años en la empresa privada, en 1980 fundó junto con tres compañeros de estudios, TECNIDEX; de la que actualmente es el Presidente, y entre otras ocupaciones y cargos, también preside AINIA.
Casado y con dos hijos. Se siente autodidacta en continua evolución, reconociendo la influencia de otras organizaciones en su cultura corporativa, dándole una gran importancia a los viajes empresariales. En sus propias palabras ha pasado de “ácrata convencido, a convencido del libre mercado regulado dentro de la globalización”. Pero fundamentalmente, valora al máximo al ser humano, y sobre todo la amistad.
Sobre su empresa, Tecnidex , decir que se ha convertido en un referente de las empresas especializadas que ofrecen soluciones integrales en materia de sanidad hortofrutícola, facilitando que en los mercados nacionales e internacionales se comercialicen frutas y hortalizas, de calidad y sanas, para los consumidores. A nivel mundial, Tecnidex se sitúa entre las diez primeras empresas del sector de la sanidad en postcosecha.
No obstante, la esencia de Tecnidex es ayudar a sus clientes a presentar “fruta sana” en los mercados, a través de un equipo de grandes profesionales y mejores personas, especialistas en agronomía, bioquímica, química y tecnologías electromecánicas. Es crucial contar con los mejores profesionales para trabajar estrechamente con los directores técnicos y de calidad de las Centrales Hortofrutícolas, resolviendo las cuestiones clave relativas al desarrollo de los procesos y trazabilidad de los productos, imprescindibles para alcanzar los mayores estándares de calidad.
Hace poco más de un año, la compañía Tecnidex llaga a un acuerdo de integración con la compañía americana AgroFresh, para después de casi cuatro décadas de exitosa andadura, seguir creciendo y desarrollando este magnífico proyecto empresarial.
Contado ya lo anterior, podría continuar esta intervención desde diversas aproximaciones. Como señalaba antes, son numerosas las referencias encontradas al respecto en libros escritos por reconocidos periodistas como Fernando Jáuregui, o prestigiosos economistas como Ramón Tamames.
Se podría continuar hablando desde el ámbito del emprendimiento, sin duda Manuel García Portillo es un EMPRENDEDOR con mayúsculas, y un referente en este sentido, dentro y fuera del sector agroalimentario.
Se podría hacer también hablando de innovación, a través de algunos de sus numerosos productos y servicios, o internacionalización, contando su expansión con filiales en varios continentes y exportando a más de 25 países, o crecimiento empresarial, a través del ejemplo de una sinérgica integración, todos ellos fruto de la visión de un empresario con gran talento y altura de miras. Como ven son muchos los borradores que he manejado.
No obstante, voy a continuar hablando de VALORES, porque fundamentalmente Tecnidex es una empresa con VALORES y Manuel García Portillo es un empresario con VALORES, de nuevo con mayúsculas. A través de los principios que forjan su código de comportamiento empresarial, intenta contribuir a su propia ecuación de la felicidad basada en: mayor nivel de renta, mejores condiciones de vida, y máximo respecto al medio ambiente.
Tecnidex, con Manuel García Portillo a la cabeza, ha sido siempre un ejemplo de responsabilidad social empresarial , buscando continuamente la excelencia en su funcionamiento, atendiendo con especial atención a las personas, tanto a sus trabajadores como a la COMUNIDAD. Cabe destacar, en este sentido, varias líneas de actuación como :
- Difundir el respeto de los derechos humanos, con condiciones laborales dignas que favorezcan la seguridad y la salud y el desarrollo humano y profesional de los trabajadores.
- Procurar la continuidad de la empresa con un crecimiento razonable, sin someter a los trabajadores, ni a cadencias excesivas, ni a metas compulsivamente impuestas.
- Respetar el medio ambiente, evitando contaminaciones, y minimizando la generación de residuos, así como racionalizando el uso de los recursos naturales y energéticos, con el apoyo de una difusión continua de los fundamentos científicos de esa política.
- Presentar ofertas a los trabajadores para incrementar sus posibilidades de estudio, ascenso social individual, mejora de su capital humano, y desarrollo de toda clase de actividades culturales y deportivas, muy especialmente en relación con el rugby, cuya práctica en Valencia pasa de nuevo por una mención destacada a Tecnidex.
Y ya para concluir, voy a hablar un poco de este deporte, el RUGBY, que Manuel conoce muy bien, porque al hilo de lo anterior, es uno de los deportes con valores más puros, donde el respecto al rival y al árbitro es básico, el trabajo en equipo es la clave, y el aficionado se siente muy próximo.
Es un deporte donde no se usan nombres en los dorsales, dejando la individualidad en un segundo plano, siendo asignados por el entrenador en cada partido. El número sólo indica la posición del jugador en el campo y , por tanto, el papel a desempeñar. Dicho papel, no se asocia en ningún caso a una posición de privilegio dentro del equipo, sino a una mayor obligación y responsabilidad. Aquí de nuevo Manuel lo tiene muy claro y así lo ha manifestado taxativamente diciendo en más de una ocasión “Yo siempre he tenido una máxima y es que hago lo que debo, no lo que quiero”. Y su mérito no está en decirlo, sino en la valentía y el coraje de hacerlo.
No puedo hablar de rugby sin dejar de mencionar el conocido ejemplo de los “All Blacks”, el famoso combinado neozelandés, que en 2017, fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias del Deporte, que es utilizado como referencia para diferentes lecciones de liderazgo en las más reputadas escuelas de negocios. Están extraídas de la cultura maorí en la que se basa la esencia de este equipo. Según esta cultura “no somos más que una chispa en un momento del tiempo situado entre dos eternidades: el pasado y el futuro”, implicando además una profunda conexión con la tierra y las propias raíces. Cada jugador que se incorpora al equipo, recoge los principios, valores, y el código de honor, con el compromiso de añadir las páginas escritas de su legado. Cada uno tiene que dejar su huella.
Sin duda Manuel, tú has dejado huella y te puedes sentir muy orgulloso de tu legado. Muchas gracias por acompañarnos una vez más, y por todo lo que hemos aprendido y seguimos aprendiendo contigo.
Ya sabes que esta Universidad es tu alma mater y esta Escuela es tu casa, donde confiamos en el futuro seguir contando con muchos alumnos como tú, a los que poderles trasladar tu ejemplo y testimonio.
Muchas gracias
*Fotografías de Roberto Roca