Ricard Soler imparte la asignatura de Biología y Geología en el curso de primero de E.S.O. en el Colegio Salesiano San Juan Bosco de Valencia. Pero lo hace de una manera especial, una manera que hará que sus alumnos nunca olviden lo que han aprendido con él. Porque este profesor ha llevado la naturaleza a las aulas.

 Ricard, ¿cuál es tu innovación a la hora de impartir tus asignaturas?

Intento acercar la naturaleza y la ciencia al aula, bien mediante proyectos guiados, bien con observaciones reales en el aula con lupas y microscopios digitales. Muchas veces, son los alumnos los que aportan plantas, minerales o animales para compartir con sus compañeros.

En la parte de los proyectos guiados, destacaría dos de ellos. La instalación de acuaponia y la reproducción asexual de plantas suculentas o del desierto.

La instalación de acuaponia les resulta interesante, pues aunamos, en un mismo sistema, conocimientos de animales peces y ciclos de nutrientes, y disfrutan mucho con ella.

Las plantas suculentas son sorprendentes para ellos y disfrutan mucho reproduciéndolas, dado que enraízan fácilmente.

naturaleza

Ricard Soler ha llevado la naturaleza a las aulas.

-¿Han aceptado bien los alumnos esta manera de aprender?

Por supuesto, para ellos es un rato divertido en el que aprenden cosas que aunque ellos no lo saben, recordarán con mucha más facilidad.

 ¿Y los padres, y el Centro o, incluso, el resto de profesores?

No me cabe duda, por las opiniones que he ido recogiendo, de que con el paso del tiempo, todos ellos son conscientes de que es necesaria una transformación en la educación, y el aprendizaje significativo es una faceta importante.

-¿Por qué consideras que con esta manera de dar las clases el aprendizaje es para siempre?

Porque está constatado  que los recuerdos que fijamos mediante una experiencia y que además tienen asociadas emociones positivas se fijan con mayor facilidad y durabilidad en nuestra red neuronal.

-¿Cuál es tu formación?

Soy Ingeniero Técnico Agrícola y Licenciado en Ciencias del Medio Ambiente.

-¿En qué te ha beneficiado tu formación como ingeniero técnico agrícola para poder ahora impartir las clases de esta manera?

En todo, no podría aventurarme a afrontar estos proyectos sin la formación técnica y competencial adquirida en estas titulaciones, si bien es cierto que fui siempre un niño inquieto, acostumbrado a los experimentos caseros por mi cuenta y riesgo.

-¿Cuál es la importancia de que los niños aprendan a entender y respetar la naturaleza desde pequeños?

Será vital que tomen consciencia, pues nos queda bien poco para intentar paliar la situación de degradación ambiental total en la que nos encontramos.

-Como se ve por tu profesión, los egresados de ingeniería agronómica y del medio natural pueden desempeñar muchas y variadas funciones que aporten un gran valor a la sociedad. ¿Cómo animarías a los jóvenes a matricularse en esta Escuela?

Creo que es una opción muy interesante, ya que toca ámbitos muy diversos de la ciencia y de la técnica y eso puede dar muchas salidas profesionales. En mi caso, trato de contagiar a mis alumnas y alumnos mi pasión por la Ciencia, Botánica y Agricultura. He de reconocer que antes de profesor trabajé como ingeniero y eso afianzó mis conocimientos y me dio una experiencia que sigo aprovechando ahora.

-Finalmente, ¿qué es lo que más feliz te hace de tu profesión?

Poder acompañar a mis alumnos y mis alumnas en el difícil camino de ser buenas personas y ciudadanos responsables, comprometidos en transformar esta sociedad.